Las ucranianas luchan contra la escalada de la violencia sexista en el contexto de la guerra


Daria Shulzhenko
4 de enero de 2024

Nota del editor de Kyiv Independent: este artículo ha sido patrocinado por las organizaciones sin ánimo de lucro HIAS y Voice, que colaboran para resolver el problema de la violencia contra las mujeres y las niñas en Ucrania, en el marco del proyecto "Partnering for Change: A Project Partnership Centering Women and Girls in the Ukraine Regional Response". La traducción al francés está tomada de Entre les lignes entre les mots.

Nota de la autora: las mujeres presentadas por sus nombres completos en el artículo han accedido a revelar su identidad. El artículo contiene descripciones que pueden herir a la sensibilidad.

Liudmyla Huseinova no podía ver a quienes le estaban quitando la ropa. Tenía una bolsa en la cabeza y las manos esposadas. Estaba horrorizada y no sabía dónde estaba.

Ese mismo día militares rusos habían detenido a Huseinova en su domicilio de Novoazovsk, en la parte ocupada de la provincia de Donetsk. Sus posturas proucranianas estaban en el origen de su registro y detención.

En algunos locales, en los que hacía mucho frío, la ponían de cara a la pared: "Sabes que estás impotente, que no puedes hacer nada” declaró L. Huseinova, hoy de 61 años, al Kyiv Independent: “Estás ahí, con una bolsa en la cabeza, con las manos esposadas. Te desnudan y te tocan. Se burlan de ti, te pellizcan y te golpean”.

Para la señora Huseinova, fue el comienzo de tres años de cautiverio en Rusia, durante los cuales fue testigo de numerosas violaciones de los derechos humanos, incluidas agresiones sexuales y palizas a mujeres ucranianas.

La señora Huseinova fue una de las 108 mujeres liberadas el 17 de octubre de 2022. Experiencias como la suya son comunes entre las mujeres de Ucrania, pero solo unas pocas deciden hablar de ellas.

En este sentido, Ucrania se parece mucho al resto del mundo, donde abunda la violencia contra las mujeres y las niñas, y donde las guerras no hacen sino agravar la situación, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Incluso para las no cautivas, el estrés, la ansiedad y la inestabilidad económica y social provocados por la guerra crean condiciones propicias para el aumento de la violencia doméstica y otros abusos.

En octubre de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la invasión a gran escala ya había "aumentado la violencia sexual y de género, incluida la violencia sexual relacionada con el conflicto" en Ucrania, "aunque la mayoría de los casos nunca se denuncian".

"Las que han sufrido violencia a menudo guardan silencio porque temen las críticas, los chismes y las condenas. Somos una sociedad de individuos libres que luchan por la justicia", declaró la Primera Dama Olena Zelenska en la conferencia "Unidos y unidas por la justicia" celebrada en marzo.

“Nuestra principal tarea es hacer justicia a las supervivientes de los horribles crímenes de esta espantosa guerra. Por encima de todo, debemos proporcionarles un trato justo, apoyo, respeto y ayuda”.

La violencia sexual como arma

A su regreso a Ucrania, Huseinova se dio una larga ducha caliente, tratando de deshacerse del insoportable olor de la prisión rusa.

Pasó cincuenta días en Izoliatsia, un centro de tortura en la parte ocupada de Donetsk supuestamente dirigido por el FSB y luego unos tres años en un centro de detención preventiva de Donetsk. Sabía que si algún día salía, seguiría luchando por la libertad y la justicia para otras mujeres ucranianas.

Según el Ministerio para la Reintegración de los Territorios Ocupados Temporalmente, al menos 126 mujeres ucranianas, entre ellas 80 civiles, estaban cautivas en Rusia en junio de 2023. "Siguen allí. Sé los riesgos que corren, las condiciones en que se encuentran y lo difícil que es para ellas, tanto física como psicológicamente", explica la Sra. Huseinova.

Para ello, se unió a Sema Ucrania, una organización sin ánimo de lucro que reúne y apoya a mujeres que han sobrevivido a la violencia sexual relacionada con los conflictos. La organización se fundó en 2019 y en 2022 había pasado de menos de 20 a más de 50 mujeres, todas ellas supervivientes.

Parte del equipo de Sema Ucrania
Parte del equipo de Sema Ucrania, una organización sin ánimo de lucro que une y apoya a las mujeres que han sobrevivido a la violencia sexual relacionada con los conflictos, durante la reunión con los expertos de la oficina de Pramila Patten, representante de la Secretaría General de las Naciones Unidas sobre la violencia sexual en los conflictos en octubre de 2023. Foto: Sema Ucrania/Facebook.

La responsable del grupo, Iryna Dovhan, fue torturada en público. Las fotos de ella atada a un poste y golpeada en una calle de Donetsk horrorizaron al mundo en 2014.

Desde entonces, la violencia sexual ha abundado en los territorios ocupados, pero realmente se disparó tras la invasión a gran escala. "En 2022, recibieron el mandato de comportarse sin restricciones. Ganaron aún más confianza en la impunidad", declaró Dovhan al diario Kyiv Independent.

La Fiscalía General de Ucrania ha registrado 235 casos de violencia sexual y de género, principalmente contra mujeres, desde el 24 de febrero de 2022. "De hecho, hay muchos más crímenes de este tipo, lo que también confirman nuestros socios internacionales. Las supervivientes a menudo se avergüenzan y tienen miedo de denunciar estos delitos", declaró en marzo la viceprimera ministra de Integración Europea, Olha Stefanishyna.

Un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre Ucrania menciona varios casos en los que "soldados rusos irrumpieron en las casas de los pueblos que ocupaban, violaron a mujeres y a una niña, y cometieron otros crímenes de guerra contra las víctimas y los miembros de sus familias".

Entre los casos estudiados en las provincias de Jersón y Zaporiyia, las víctimas de violación eran una niña de 16 años y mujeres de entre 19 y 83 años. Entre ellas había una chica de 16 años embarazada y tres mujeres mayores que vivían solas, o con niños pequeños, o con familiares discapacitados.

Pramila Patten, representante del Secretario General de la ONU sobre la violencia sexual en los períodos de conflicto, declaró el pasado octubre que las violaciones formaban parte de la "estrategia militar" de Rusia y eran una "táctica deliberada para deshumanizar a las víctimas".

"La utilización sistemática de la violencia sexual como arma de guerra es una de las características de los crímenes masivos contra civiles cometidos por las tropas rusas en Ucrania", afirma el fiscal general Andrii Kostin. "También consideramos que la violencia sexual relacionada con el conflicto es un elemento de genocidio". Dovhan está de acuerdo:

“La violencia sexual relacionada con los conflictos es extremadamente traumatizante. Tiene consecuencias a largo plazo que destruyen no sólo la vida de la persona que la ha sufrido, sino también todo su círculo social, su familia y su descendencia”.

Pero incluso cuando los rusos no pueden llegar a las mujeres, la violencia sexista sí puede hacerlo. Los casos de violencia doméstica van en aumento.

"No podemos decir que las mujeres (ucranianas) estén protegidas contra la violencia de género y la violencia doméstica", afirma Halyna Iegorova, responsable del grupo de protección contra la violencia de género de la oficina de representación en Ucrania de la organización sin ánimo de lucro HIAS, con sede en Estados Unidos:

“Pero la gran diferencia es que en los territorios ocupados no hay acceso a servicios de ayuda, a diferencia de las zonas controladas por Ucrania, donde sí existen esas oportunidades”.

Ningún lugar es seguro

En Ucrania, dos de cada tres mujeres sufren violencia psicológica, física o sexual a lo largo de su vida, y el 18% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años han sufrido violencia a manos de su pareja, según la OMS.

Valentyna, de 56 años, residente en el oblast de Vinnytsia, ha sido testigo de primera mano: su familia ha sufrido años de violencia a manos de su sobrino de 36 años. La situación empeoró cuando comenzó la invasión a gran escala. "Sólo en mayo y junio tuve que llamar a la policía cuatro veces", declaró Valentyna al diario Kyiv Independent.

Cuando la invasión dura ya casi dos años, la violencia doméstica en el país está empeorando. En agosto, el jefe de la policía nacional, Serhii Aloshkin, declaró que el número de casos había aumentado un 40% en comparación con el año pasado.

En octubre de 2023, la policía registró casi 244.000 llamadas por violencia doméstica, tantas como en todo 2022, según el ministro del Interior, Ihor Klymenko. "El estrés psicológico, la presión emocional, la separación familiar, el desempleo y otros factores agravan la situación de la violencia doméstica en el país", declaró Klymenko.

La psicoanalista Iryna Kuratchenko está de acuerdo, y añade que muchos soldados están traumatizados psicológicamente cuando regresan del frente.

"Ha aumentado el número de casos en los que militares varones cometen actos de violencia doméstica", declaró a Kyiv Independent la señora Kuratchenko, que también dirige la asociación de psicólogos y psicoanalistas Vzayemodiya, una ONG con sede en Zaporiyia que apoya a las supervivientes de la violencia de género.

Por ejemplo, cuenta la historia de una mujer que se encontró atrapada e incapaz de escapar de su marido maltratador cuando comenzó la invasión a gran escala.

Algunas mujeres se encontraron atrapadas en las zonas ocupadas, tanto con sus violentos compañeros como con los rapaces rusos.

Incluso cuando huyen de la guerra, las mujeres ucranianas siguen corriendo peligro. Un estudio realizado en 2022 por la Universidad de Birmingham, con 32 entrevistas a mujeres ucranianas refugiadas y desplazadas internas, reveló que todas habían sido víctimas de la violencia de guerra.

"Algunas habían sufrido violencia sexual y de género antes de la guerra, mientras que otras habían estado expuestas a diversas formas de abuso que habían continuado durante el conflicto, en tránsito y luego una vez que habían encontrado refugio."

“Las mujeres que huyen dejan atrás todo su sistema de apoyo, incluidos amigos, familiares y profesionales sanitarios de confianza", explica Iegorova. Es mucho más difícil encontrar ayuda en un lugar desconocido, lo que disuade a las mujeres de intentarlo.

A menudo, las supervivientes deciden no denunciar la violencia de género por falta de confianza en el sistema judicial o por miedo al agresor.

Las organizaciones ucranianas e internacionales trabajan para cambiar esta percepción.

Expresarse, exigir justicia

Según la Sra. Kuratchenko, Ucrania ha avanzado mucho en los últimos años en el tratamiento y la respuesta a la violencia de género. El Parlamento ha ratificado por fin el Convenio de Estambul, cuyos signatarios colaboran para proteger a las víctimas y perseguir a los autores.

"Esto significa también que cada año el país tiene que informar sobre cómo está cumpliendo el Convenio de Estambul. Es una gran responsabilidad", explica Kuratchenko. "El Estado, las fuerzas del orden y otras estructuras hacen mucho, pero la guerra... prevalece".

El equipo de Vzayemodiya
El equipo de la ONG con sede en Zaporiyia, Asociación de psicólogos y psicoanalistas Vzayemodiya, que presta apoyo a las supervivientes de violencia de género, fotografiado tras recibir una formación en primeros auxilios en septiembre de 2023. Fpto: Iryna Kuratchenko.

La policía nacional cuenta con más de 60 unidades encargadas de intervenir en casos de violencia doméstica, asesorar a las víctimas e intentar prevenir estos delitos, según su informe del 23 de noviembre.

La educación es un elemento esencial de la prevención. La Sra. Iegorova explica que muchas personas en Ucrania "viven sin darse cuenta de que la violencia forma parte de sus vidas", porque no pueden identificarla.

"Por eso la principal tarea de nuestra organización, y de otras organizaciones que trabajan en el campo de la salud y la seguridad públicas, es concienciar a la gente de estos problemas para que puedan reconocerlos", explica.

"Sólo cuando una persona reconoce que vive en una situación violenta y comprende que es víctima de la violencia puede buscar ayuda por sí misma".

Según la Sra. Iegorova, HIAS organizó recientemente un programa educativo de ocho semanas para mujeres, enseñándoles a identificar la violencia de género y dónde buscar ayuda.

“También intentamos que en todos los ayuntamientos rurales y urbanos haya información sobre las organizaciones que trabajan en el campo de la violencia de género. Incluso intentamos distribuir esta información mediante folletos depositados en hospitales y clínicas para mujeres".

Con sede en la región parcialmente ocupada de Zaporiyia, Vzayemodiya organiza cursos de formación para agentes de la ley locales y otros especialistas, enseñándoles a identificar la violencia sexual y de género, a comunicarse con las supervivientes y a saber a dónde dirigirlas para que reciban la ayuda que necesitan, incluida la psicológica.

Además de informar a las ucranianas y al resto del mundo sobre los actos de violencia sexual cometidos por las tropas rusas, Sema Ucrania también ayuda a documentar estos casos para que los autores puedan ser llevados ante la justicia.

La organización también ayuda a las supervivientes a obtener asistencia médica, social y jurídica, y apoya a sus familias, en particular a sus hijos.

"Lo que hace notable a nuestra organización es que tenemos más de una docena de mujeres que han conseguido transformar su trauma en capacidad postraumática dentro de la organización", explica Dovhan.

"Son activas, ayudan a las demás y dan ejemplo a las nuevas mujeres que se unen a la organización”. Otras organizaciones dirigidas por mujeres apoyan también a las supervivientes de la violencia de género en toda Ucrania.

La organización Green Landia, con sede en Járkiv, por ejemplo, ha creado recientemente "espacios de apoyo para mujeres y niñas" en la capital regional y el oblast, ofreciendo sesiones educativas y psicológicas, talleres de arte y otras actividades.

En Jersón, la organización Uspishna Zhinka (Mujer de éxito) educa a las mujeres sobre "relaciones sanas y malsanas", estereotipos de género e igualdad. También promueve la autonomía económica de las mujeres para ayudarlas a escapar de la violencia doméstica.

Para tener un impacto aún mayor, estas organizaciones también necesitan apoyo.

En colaboración con la organización feminista mundial Voice, HIAS apoya a pequeñas organizaciones ucranianas dirigidas por mujeres, como Sema Ucrania, Uspishna Zhinka, Green Landia y Vzayemodiya. Las subvenciones les permiten proporcionar asesoramiento individual y de grupo, así como artículos de primera necesidad, a las supervivientes de la violencia ligada al sexo y de la violencia sexual y de género.

"Los grupos de apoyo para mujeres que han sufrido violencia doméstica son muy eficaces, sobre todo cuando comparten sus propias experiencias. Es la forma más eficaz de ponerse en contacto y curarse", explica Kuratchenko.

La financiación de estas organizaciones es importante porque, como señala la Sra. Iegorova, ellas “aportan un apoyo sólido a la población local. Sin ellas sería mucho más difícil para el Estado responder a las necesidades de la población”. Sin embargo, para recibir ayuda crucial y emprender acciones legales, las víctimas de violencia de género deben empezar por denunciar lo que les ha ocurrido.

El mediador ucraniano, Dmytro Lubinets, afirma que los relatos de las víctimas de violencia sexual y de género son "sus armas en la lucha contra el agresor y sirven como herramientas en manos de las fuerzas del orden en el campo de batalla legal".

"No tengáis miedo de expresaros. No tengáis miedo de exigir que se castigue a los autores", añadió Huseinova.

Hola, soy Daria Shuljenko. He escrito este artículo para ustedes. Desde el primer día de la guerra total de Rusia, he estado trabajando casi sin parar para contar las historias de las personas afectadas por la brutal agresión rusa. Contando todas estas dolorosas historias, estamos ayudando a mantener informado al mundo sobre la realidad de la guerra de Rusia contra Ucrania. Apoyando a Kyiv Independent, puedes ayudarnos a seguir contando al mundo la verdad sobre esta guerra.


Traducido por Alberto Nadal Fernández

Artículo original

Artículo en francés

Publicado orginalmente el 5 de diciembre de 2023



Daria Shulzhenko

Daria Shulzhenko. Daria Shulzhenko es reportera del Kyiv Independent. Ha sido reportera de estilo de vida en el Kyiv Post hasta noviembre de 2021. Es licenciada en Lingüística por la Universidad Internacional de Kíiv, especializada en traducción de inglés y alemán. Anteriormente trabajó como escritora e investigadora independiente..