Las personas trans en Ucrania durante la guerra a gran escala


Edward Rees
22 de diciembre de 2023

Los personas transgénero de Ucrania, al igual que cualquier otra persona, corren cada día el riesgo de ser asesinadas por las bombas rusas. A diferencia de los ciudadanos cisgénero, enfrentan retos adicionales, como necesidades médicas específicas, la presencia de transfobia en la sociedad, los medios de comunicación y entre sus seres queridos, así como complicaciones relacionadas con el servicio militar, entre otros. Las personas trans que se vieron obligadas a convertirse en migrantes temporales en otros países experimentan asombrosas diferencias entre el sistema de transición trans en Ucrania y en el extranjero, además de enfrentarse a la transfobia y la falta de comprensión en los centros de acogida, junto con la escasez de recursos para sobrevivir. No obstante, luchan, se ofrecen como voluntarios, trabajan, se dedican al arte, acuden a concentraciones y marchas en otros países, y continúan brindando apoyo a Ucrania en todo lo posible.

Como en cualquier otro colectivo, entre las personas trans también hay quienes no quieren investirse para obtener la victoria. Sin embargo, dado que este colectivo está tradicionalmente marginado en cualquier sociedad, es decir, alienado, las personas transgénero suelen recibir muchas más críticas por las acciones de sus representantes específicos en comparación con otros casos. Las personas no binarias y de género no conforme a menudo pasan desapercibidas; por un lado, esto es beneficioso, ya que así están menos expuestas al odio general, pero, por otro, las restricciones de sus derechos y oportunidades son aún mayores que las de los hombres y las mujeres trans.

La comunidad trans ucraniana, por supuesto, busca ante todo la victoria sobre Rusia. Además del deseo común de todos los ucranianos de detener al violento vecino colonizador, las personas trans tienen una actitud doblemente negativa hacia Rusia. El "mundo ruso" utiliza la identidad de género como uno de los principales factores de miedo. El presidente de Rusia suele intimidar a los rusos con la imagen de personas transgénero ("transformistas", en sus palabras) para ponerlos en contra de Ucrania y del llamado "Occidente colectivo".

En julio de 2023, Rusia aprobó una ley que prohíbe completamente cualquier procedimiento médico para la transición de género, así como la posibilidad de que las personas transgénero adopten, cambien el indicador de género en los documentos, etc. Leyes similares se han aprobado en algunos estados de EE.UU. y en algunos países africanos y asiáticos. Al investigar un poco, se pueden apreciar claramente las influencias rusas en estas decisiones. En Ucrania, también hubo intentos de presentar proyectos de ley anti-LGBTQI+ y anti-trans (ver artículo de Zavhorodnia sobre política de 2023), pero, afortunadamente, ninguno de ellos llegó a ser votado.

Breve cronología de la cuestión trans en la Ucrania independiente

El primer documento que reguló la transición de género en Ucrania fue la Orden nº 57 de 1996. Esta orden permitía llevar a cabo cualquier paso de transición de género únicamente a partir de los 25 años e imponía requisitos como la esterilización obligatoria, una estancia en una clínica psiquiátrica y la evaluación de una junta médica. Sin someterse a una cirugía genital y a un humillante análisis público por parte de un grupo de médicos, resultaba imposible obtener permiso para cambiar el indicador de género en los documentos. La situación se complicaba aún más debido a que sólo había una comisión en el país y la gente tenía que gastar además dinero en un viaje a la capital para someterse al proceso.

En 2011, entró en vigor la nueva Orden nº 60. Esta orden implicó pocos cambios. Las personas trans aún estaban obligadas a pasar entre 30 y 45 días en un hospital psiquiátrico para obtener un diagnóstico preliminar, que luego confirmaba o denegaba una comisión médica. En función de los resultados de la comisión, la persona obtenía la posibilidad de someterse a operaciones quirúrgicas. En caso de una denegación, se podía impugnar la decisión ante los tribunales.

Normalmente, la comisión consideraba que la vaginoplastia para las mujeres trans y la mastectomía y la histerectomía para los hombres trans eran un número suficiente de operaciones. Después de estas operaciones, la persona debía comparecer nuevamente ante la comisión y sólo entonces recibía permiso para cambiar sus documentos. Además, existían varias contraindicaciones, en particular los "trastornos sexuales", que incluían la homosexualidad.

Solo en 2016, gracias al trabajo activo de activistas trans y al respaldo de la ministra de Sanidad Ulyana Suprun, se aprobó un nuevo protocolo de transición de género basado en las órdenes nº 972 y nº 1041. Este protocolo requería alguna intervención médica (generalmente terapia hormonal sustitutiva) y un diagnóstico psiquiátrico, pero ya no se exigía una estancia en el hospital. Además, ya no hay una comisión única, cualquier médico de familia puede expedir un certificado a una persona trans para cambiar sus documentos. Asimismo, ahora, con ciertas restricciones, la transición de género también está disponible para adolescentes a partir de los 14 años.

Mi género no necesita un diagnóstico
En la pancarta: "Mi género no necesita un diagnóstico".

Sí, el protocolo dista mucho de ser perfecto y aún hay mucho trabajo por hacer, especialmente en lo que respecta al reconocimiento de las personas no binarias y a la aplicación de la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Sin embargo, Ucrania abandonó la esterilización forzosa antes que algunos países de la UE, y gracias a la inclusión de los médicos de familia en el protocolo de transición, las personas trans pueden recibir el tratamiento necesario con bastante rapidez, sin tener que enfrentarse a largas colas y esperas de meses o años.

Necesidades y problemas sociales de las personas trans en 2022-2023

Durante la invasión a gran escala de Rusia, los principales problemas a los que se enfrentan las personas transgénero se han intensificado considerablemente. En febrero-marzo de 2022, aquellas personas trans que se vieron obligadas a abandonar Ucrania a menudo experimentaron discriminación e incomprensión por parte de los servicios fronterizos. Algunos guardias fronterizos nunca habían visto a personas cuya apariencia difería de la foto que figura en sus documentos y no coincidía con el indicador de género especificado. Las mujeres trans que no tuvieron tiempo de cambiar sus documentos podían ser registradas como hombres que huían de la movilización, mientras que muchas personas escuchaban por primera vez acerca de la existencia de hombres trans. Las víctimas de discriminación acudieron a organizaciones LGBTQI+.

La organización Gender Stream llevó a cabo una considerable cantidad de trabajo relacionado. Sus activistas asesoraron a los guardias fronterizos, ayudaron a pasar el control fronterizo a personas que tenían motivos legales para hacerlo y brindaron apoyo a mujeres trans que aún no habían cambiado sus documentos pero estaban en proceso y en comunicación con las comisiones de alistamiento militar.

Por desgracia, también se registraron casos de cruce ilegal de fronteras por parte de mujeres trans. La cantante Zi Famelu se trasladó ilegalmente a Alemania y concedió numerosas entrevistas a los medios de comunicación sobre la terrible transfobia de Ucrania. No solicitó ayuda a ninguna de las organizaciones ucranianas que podrían haber resuelto sus problemas de documentación, mientras que sus reportajes para la prensa occidental contienen numerosas inexactitudes y exageraciones. Por supuesto, la transfobia existe en Ucrania, pero no alcanza la escala asombrosa que describe Zi.

En total, la ONG Nash Svit ("Nuestro Mundo") registró 77 delitos de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género en 2022, de los cuales seis casos fueron calificados como transfóbicos. Mayormente, se trató de violencia ejercida por padres contra adolescentes o jóvenes transgénero, y también se documentaron casos de violencia sexual contra mujeres trans, agresiones físicas e insultos transfóbicos. Estos fueron sólo los casos que las víctimas denunciaron a los monitores de la organización.

A menudo, las víctimas de la violencia transfóbica no saben que los delitos deben registrarse o están tan acostumbradas a la transfobia y a los abusos que no consideran que lo que les ha ocurrido sea un delito. En 2023, uno de los casos más graves fue la agresión sufrida por la soldado trans Helen Mark en Lviv el 15 de agosto. El Defensor del Pueblo, Dmytro Lubinets, y las organizaciones LGBTQI+ KyivPride y Gender Stream se sumaron al caso.

Helen Mark tras ser golpeada en Lviv
Helen Mark tras ser golpeada en Lviv. Foto del archivo de Helen.

Al mismo tiempo, la periodista transgénero y voluntaria militar Sarah Ashton-Cirillo fue designada portavoz anglófona de las Fuerzas de Defensa Territorial de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Esto desató una enorme oleada de reacciones transfóbicas en las redes sociales, particularmente por parte de activistas del Sector Derecho y grupos de extrema derecha menos conocidos. Sin embargo, este nombramiento demuestra que Ucrania, aunque lentamente, avanza hacia la supremacía de los derechos humanos y la no discriminación.

Además de los radicales de derechas, algunas feministas radicales también reaccionan ante la visibilidad de las personas transgénero. Las feministas radicales "críticas con el género" o "transexclusivas" (TERF, por sus siglas en inglés) comparten opiniones transfóbicas similares a las de los conservadores y, en ocasiones, las respaldaban consciente o inconscientemente. Por ejemplo, Maria Dmitrieva, líder de la mayor comunidad feminista radical de Facebook Feminism UA (con 14.000 miembros), respaldó el contenido del bloguero militar Yevhen Karas, conocido no sólo por sus declaraciones homofóbicas y transfóbicas, sino también por su odio a las feministas, su sexismo y por organizar ataques masivos en línea contra activistas femeninas.

A Maria Dmitrieva le gusta el contenido de Yevhen Karas
A Maria Dmitrieva (@maryxma en Twitter/X) le gusta el contenido de Yevhen Karas.

En los círculos TERF ucranianos, es popular el concepto de "trans docs", que es como las participantes llaman al activismo por los derechos de las personas transgénero, la información sobre la identidad de género o las noticias relacionadas con este tema. Afortunadamente, no poseen tanta influencia en la situación política y la opinión pública del país como ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos, Reino Unido y otros países europeos. En su mayoría, sus actividades no van más allá de las redes sociales, especialmente durante la invasión a gran escala.

En el ámbito oficialmente conservador, han surgido diversos actores en el último año y medio. Además de Karas, quien es colaborador habitual de Censor.Net y Vsi Razom ("Todos juntos"), la retórica transfóbica ha sido promovida por la unidad de voluntarios Freikorps en su canal de YouTube, la bloguera Neautorka, el canal Catharsis, la Asociación de Sexólogos y Terapeutas Sexuales de Ucrania (¿te sorprende encontrar un nombre así en esta lista?), Aleksey Arestovich, Iryna Fedyshyn y otros. Algunos mensajes se dirigían a toda la comunidad LGBTQI+, pero muchos se enfocaban específicamente en las personas trans.

Curiosamente, todos estos contenidos se centraban principalmente en noticias provenientes del extranjero; por ejemplo, muchos posts abordaban temas relacionadas con las personas trans estadounidenses y las leyes de Estados Unidos que limitan sus derechos. Asimismo, los conservadores ucranianos se mostraron indignados por las campañas publicitarias en las que aparecían personas transgénero en otros países, los eventos del orgullo y concursos de belleza europeos, así como personajes transgénero en los medios de comunicación occidentales, etc. Durante la invasión a gran escala, las organizaciones LGBTQI+ ucranianas se dedican a labores humanitarias, no organizan actos públicos y se han hecho menos visibles; de ahí que los movimientos conservadores les presten menos atención.

Mientras tanto, los ataques a activistas ocurren principalmente en Internet. Imágenes demonizadas de Edward Rees, Marharyta Kovalova, Michelle Karas y otros figuran en materiales de campaña de figuras del movimiento antitrans en Ucrania. Las principales acusaciones reflejan la retórica renovada de los conservadores estadounidenses: acusan a las personas trans de ser pedófilos que buscan seducir y convertir a los niños en trans, arrebatándoles sus derechos. Además, existen narrativas ucranianas únicas, como la asociación del movimiento LGBTQI+ con el comunismo y afirmaciones de que las personas trans trabajan para Rusia y buscan la derrota del ejército ucraniano. Estas afirmaciones, por supuesto, carecen de pruebas. No obstante, como ya he mencionado, cuando surgen historias sobre militares transgénero en los medios de comunicación, los blogueros conservadores comienzan a buscar activamente formas de denigrarlos y devaluar su servicio.

Los ucranianos trans* y el ejército: cómo afecta la condición trans* a la cuestión del servicio militar obligatorio. Soldados transgénero

Se desconoce el número de personal transgénero y no binario en las Fuerzas Armadas de Ucrania, así como el número de militares LGBTQI+ en general. Recientemente, han aparecido en los medios de comunicación historias sobre Antonina Romanova, una persona no binaria operadora de mortero, Oksana Surchok mujer trans que presta servicio en una unidad de asalto, y Kafa, militar no binario de la 93ª Brigada Mecanizada Kholodnyi Yar, entre otros. Ser abiertamente trans en el ejército es difícil por muchas razones, y la posible transfobia de los compañeros no es ni mucho menos la más importante. Durante el servicio, continuar con la terapia hormonal sustitutiva (THS) no es sencillo y, a menudo, el personal militar se ve obligado a interrumpir el tratamiento, lo que puede tener un impacto muy negativo en la salud física y mental. Además, una persona trans puede enfrentar dificultades al intentar alistarse.

Kafa, militar no binario
Kafa, militar no binario. Fuente: página web de militares LGBT+.

En febrero de 2023, el Centro de Derechos Humanos Nash Svit publicó el informe "La batalla por la libertad. La situación del colectivo LGBTQ en Ucrania en 2022", en el que, entre otras cosas, se mencionaba el diagnóstico F64.0 "Transexualismo" como una condición que exime a una persona del servicio militar. Se considera que una persona está completamente incapacitada con una disforia de género "grave". Por otro lado, este diagnóstico puede significar la no aptitud en tiempo de paz y la aptitud limitada en tiempo de guerra si estas condiciones son "moderadamente expresadas con compensación inestable o compensadas".

La "gravedad de expresión" y la "compensación" de estas condiciones deben ser determinadas por una comisión médica especial, por ejemplo, en un hospital psiquiátrico regional. El siguiente paso implica la confirmación de la conclusión por parte de una comisión militar de alistamiento. En la práctica, pocos hospitales disponen de personal capacitado para llevar a cabo un examen de este tipo y, aún menos, se puede esperar un conocimiento especializado por parte de la comisión militar de alistamiento. Antes del inicio de la invasión a gran escala, los departamentos psiquiátricos de Kíiv y Odesa, que tenían amplia experiencia trabajando con personas transgénero, no especificaban la gravedad de la expresión transgénero en sus informes médicos.

Este informe, ampliamente difundido por diversos medios de comunicación, generó una reacción negativa, especialmente entre los opositores radicales. Al fin y al cabo, el contenido se presentaba como si todas las personas transgénero tuvieran el deseo de abandonar el país y estuvieran utilizando su diagnóstico con ese fin. Sin embargo, las mujeres trans, los hombres trans y las personas no binarias luchan y a menudo se enfrentan a la incomprensión y la discriminación durante la movilización voluntaria si su apariencia no coincide con el indicador de género registrado en su pasaporte.

Según Nash Svit, hay personas trans que luchan ocultando su condición de transgénero. Ya han recibido documentos con su indicador de género preferido, mantienen un perfil discreto (sin revelar a nadie que han hecho la transición) y sirven como un hombre o una mujer cisgénero. También conozco la historia de un hombre transgénero que se alistó voluntario al ejército al comienzo de la guerra, y ninguno de sus compañeros sabía que era una persona transgénero.

Necesidades y problemas médicos de las personas transgénero

Los problemas con los medicamentos no se limitan a los militares. Las personas transgénero que permanecieron en Ucrania se enfrentaron a la escasez de medicamentos hormonales, especialmente al inicio de la invasión a gran escala. La mayoría de los medicamentos desaparecieron de las farmacias, ya que no se producen localmente en Ucrania y las importaciones eran limitadas. Actualmente, la situación ha mejorado en cierta medida gracias al suministro establecido y al apoyo de organizaciones internacionales como Convictus e ILGA, así como de organizaciones e iniciativas LGBTQI+ ucranianas que importan hormonas por su cuenta. Esta tarea es titánica y compleja, ya que los diagnósticos de personas trans no están incluidos en ningún programa de protección estatal, como la atención a pacientes con VIH o personas con discapacidad. Además, el protocolo de tránsición ucraniano no especifica los nombres de los medicamentos que deben recetarse, lo que dificulta enormemente la organización de suministros masivos de medicamentos a Ucrania a nivel internacional.

Muchas personas transgénero tuvieron que posponer la transición oficial y el cambio de documentos durante varios años debido a que los hospitales psiquiátricos no aceptaban pacientes durante los confinamientos por la pandemia de COVID-19. Esto también generó los problemas mencionados anteriormente, como el caso de mujeres transgénero que, a pesar de llevar tiempo en terapia hormonal sustitutiva (THS), seguían teniendo documentos con género masculino y no podían evacuar. Una complicación adicional surgió durante la invasión a gran escala: muchos médicos de familia, psiquiatras y endocrinólogos amigos que estaban documentando la transición, realizando consultas sobre THS y preparando las operaciones se marcharon al extranjero. No todos, pero sí muchos. Además, ya en 2022-2023, las organizaciones públicas estaban llevando a cabo formación en el trabajo médico trans*específico, pero hay una falta de especialistas. El costo de la atención sanitaria y los medicamentos ha aumentado significativamente en comparación con 2021, lo que dificulta la vida de las personas transgénero que perdieron sus hogares y empleos debido a la guerra.

Aplicación de la CIE-11: situación actual

En la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), el diagnóstico "disforia de género" o "disconformidad de género" fue eliminado de la sección de trastornos psiquiátricos y trasladado a la sección de salud sexual. Esencialmente, esto representa la despatologización de la transgeneridad, lo cual podría llevar a la adopción de leyes sobre la autoidentificación, simplificando enormemente el proceso de transición trans. Muchos países de Europa y del mundo comenzaron a trabajar según los principios de la CIE-11 incluso antes de su introducción, otorgando a las personas transgénero la posibilidad de cambiar su indicador de género en los documentos sin necesidad de un examen psiquiátrico. En Ucrania, la aplicación de la CIE-11 estaba programada para comenzar en 2022. Aunque oficialmente entró en vigor el 1 de enero de 2022, aún no se ha implementado en la práctica. El sistema médico ucraniano debe adaptarse a la nueva CIE antes de 2027.

Según la activista trans Inna Iryskina, "la aplicación de la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades no implica la actualización obligatoria de los protocolos clínicos con sus códigos de diagnóstico. Son dos procesos distintos". Iryskina, quien colabora con la ONG Insight en los procesos de aplicación de la CIE-11, insiste en la elaboración de un nuevo protocolo, aunque esto no se mencione en los documentos oficiales.

"Hipotéticamente, podría darse una situación en la que el diagnóstico de las personas trans se realice según el protocolo de 2016 con un examen psiquiátrico y códigos CIE-10 (con el mismo F64.0 'Transexualismo'), mientras que en los informes estadísticos se registrará bajo los códigos CIE-11 ('No conformidad de género')."

Actualmente, según Inna, está listo el primer borrador de la traducción de la CIE-11 al ucraniano. En el futuro, se espera la participación de varios expertos para su finalización. Además, con la colaboración de estos expertos, se discutirán las perspectivas y se desarrollarán planes de aplicación específicos. El equipo de Insight se ha sumado a estos procesos, que, sin embargo, no serán rápidos, especialmente debido a la guerra. A pesar de ello, la activista sostiene que la implementación de la CIE-11 en Ucrania es inevitable para la adhesión de este país a la UE y la OTAN.

Ucranianos transgénero en el extranjero

Las personas transgénero que abandonaron Ucrania tras el inicio de la invasión a gran escala se enfrentan a problemas específicos que difieren de la vida de las personas trans en Ucrania y de la situación de los refugiados cisgénero. Muchos de ellos regresan a Ucrania porque no pueden superar estos problemas. A pesar de haber perdido sus hogares en Ucrania debido a la guerra, buscan refugio en centros de acogida para personas LGBTQI+ en Kíiv y otras ciudades, ya que no encuentran oportunidades para vivir cómodamente en el extranjero.

La voluntaria trans Lana Danevych, líder de la columna ucraniana KyivPride en la Marcha del Orgullo de Barcelona 2023.
La voluntaria trans Lana Danevych es la líder de la columna ucraniana KyivPride en la Marcha del Orgullo de Barcelona 2023.

En los países europeos, no existe un programa centralizado para ayudar a los refugiados LGBTQI+ de Ucrania. En ocasiones, pueden recibir apoyo de organizaciones locales, como una plaza en un refugio seguro o en un apartamento con personas LGBTQI+ locales, pero generalmente las personas transgénero conviven con otros refugiados en albergues y refugios. En estas condiciones, se enfrentan con frecuencia a la transfobia y la violencia, lo cual resulta difícil de evitar dado que puede que no haber alternativas y las autoridades locales no siempre son sensibles a las cuestiones de transgeneridad.

Las personas trans menores de 18 años o aquellas que se ven obligadas a marcharse con sus familiares por otras razones a menudo tienen que vivir en el entorno transfóbico de sus seres queridos, sin tener la opción ni posibilidad de escapar. Las familias de refugiados comparten habitaciones o apartamentos pequeños, y si los padres han recurrido previamente a la violencia, el riesgo de abusos aumenta en esas condiciones. En la comunidad KyivPride, he conocido varias historias como esta. Antes de la invasión a gran escala, los adolescentes podían matricularse en universidades y escapar de sus padres maltratadores para trasladarse a otra ciudad, donde comenzaban su transición transgénero. Sin embargo, en 2022, ya con signos visibles de cambios hormonales, se vieron nuevamente obligados a compartir la misma habitación con sus familiares.

Según un estudio de Gender Stream publicado en agosto de 2023, existe una falta de comprensión de los principios de interseccionalidad en la acogida y el cuidado de los refugiados ucranianos en Europa. En los campos de refugiados, los ucranianos se enfrentan a la transfobia tanto de su propia gente como de representantes de otras nacionalidades obligados a buscar refugio.

Además, el sistema médico europeo difiere considerablemente del ucraniano, sobre todo en lo que respecta a la salud de las personas trans. Los médicos locales no siempre reconocen los certificados F64.0 ucranianos, y los pacientes no pueden conseguir medicamentos para la terapia hormonal. Por ejemplo, tuve que dejar la terapia hormonal tres meses después de comenzarla cuando acabé en Dinamarca como emigrante temporal. El sistema médico danés es muestra poca amabilidad hacia las personas trans, a pesar de que el principio de autoidentificación para el cambio de documentos se introdujo oficialmente allí hace tiempo. Sin embargo, para acceder a la terapia, tanto THS como cirugía, es necesario esperar desde varios meses hasta varios años: primero, para tener una cita con un psicoterapeuta, luego para obtener el permiso de intervención quirúrgica y una plaza en una clínica. En la primera cita, a una persona trans simplemente se le puede denegar la continuación del tratamiento para la disforia de género si se considera que "no es suficientemente transgénero" o si se le diagnostican trastornos mentales. Esta situación también se presenta en otros países, especialmente aquellos donde los partidos de derechas y las feministas radicales que excluyen a las personas trans tienen influencia en el parlamento y el gobierno. La imposibilidad de continuar con la transición trans suele ser también la razón por la que las personas transgénero optan por regresar a Ucrania.

¿Volverán las personas transgénero a Ucrania tras la victoria?

Como mencioné en el apartado anterior, muchas personas transgénero ya han regresado a casa. Otras vienen a Ucrania de vez en cuando, por ejemplo, para visitar a sus endocrinólogos, obtener o comprar medicamentos hormonales o completar el proceso de cambio de documentos. También hay quienes no piensan volver bajo ningún concepto porque han encontrado condiciones más aceptables para ellas en el extranjero. Por ejemplo, las mujeres trans que cruzaron la frontera ilegalmente al comienzo de la invasión a gran escala no tendrán posibilidad de regresar, aunque quisieran. Las historias de estas personas trans terminan con una solicitud de asilo en los países de acogida, con la perspectiva de obtener la plena ciudadanía más adelante.

Una pancarta en la columna ucraniana KyivPride en la marcha del Orgullo 2023 en Valencia
Una pancarta en la columna ucraniana KyivPride en la marcha del Orgullo 2023 en Valencia.

Conclusiones y asesoramiento

¿Qué hace falta para que más gente regrese y tenga ganas de vivir en Ucrania tras la victoria?

En primer lugar, la CIE-11 debe integrarse completamente en nuestro sistema sanitario. Esto no sólo facilitará el proceso de transición, sino que también ayudará a las personas transgénero con problemas concomitantes a mejorar su calidad de vida. Además, en la nueva clasificación de enfermedades, se ha modernizado la actitud hacia la salud mental.

En segundo lugar, es crucial la aprobación del proyecto de ley nº 5488, que introduce los conceptos de "incitación al odio" y "delitos basados en la intolerancia" en la legislación ucraniana y es una de las condiciones para la adhesión de Ucrania a la Unión Europea. Las personas trans en todo el mundo son uno de los grupos más vulnerables a este tipo de delitos, y Ucrania no es una excepción. Si los casos de ataques transfóbicos se investigan adecuadamente, las agresiones disminuirán y las personas trans se sentirán más seguras.

En tercer lugar, es imperativo contar con más médicos comprensivos que estén informados y dispuestos a trabajar con personas transgénero. A diferencia de muchos países europeos, donde la salud de los personas trans sólo se atiende en clínicas especializadas en cuestiones de género, en Ucrania cualquier especialista puede hacerlo. Sin emabrgo, es necesario que reciban una formación adicional específica, especialmente para comprender los principios de no discriminación de las personas transgénero y no binarias. Actualmente, estas formaciones las imparten de manera ocasional organizaciones LGBTQI+, pero no existe una especialización a nivel estatal. Esto se evidencia particularmente en el ámbito del tratamiento psiquiátrico y quirúrgico. Por lo tanto, veo aquí la principal dirección de trabajo con el Ministerio de Sanidad: la inclusión de las cuestiones trans en los programas universitarios de medicina y la creación de cursos completos de desarrollo profesional para médicos en colaboración con expertos de organizaciones trans.

Bibliografía

Informe sobre delitos de odio por motivos de orientación sexual en Ucrania 2022 (para el informe anual de la OIDDH/OSCE). Centro de Derechos Humanos "Nash Mir". 23 de abril de 2023.

Estudio sobre la situación de los refugiados LGBTIQ+ en el extranjero. Corriente de Género. 24 de marzo de 2023. Investigación sobre la situación de los refugiados LGBTQI+ en el extranjero. Gender Stream. 24 de marzo de 2023.

Batalla por la libertad. La situación de las personas LGBTQ en Ucrania en 2022. Centro de Derechos Humanos "Nash Mir". 9 de febrero de 2023. La batalla por la libertad. Situación del colectivo LGBTQ en Ucrania en 2022. Centro Nash Svit. 12 de febrero de 2023.


Traducido por Juan González

Artículo original

Artículo en inglés

Publicado orginalmente el 21 de octubre de 2023



Edward Rees

Edward Rees. Queer, coordinador de comunicaciones de la ONG KyivPride, bloguero, mentor sobre temas transgénero y no binarios..