Ucrania: Dignas y en su puesto, historias de tres defensoras en combate
Las mujeres en el ejército ucraniano ya no son una novedad, y con la invasión a gran escala, su presencia en las fuerzas armadas ha aumentado significativamente. En noviembre de 2023, las fuerzas armadas tenían más de 62.000 mujeres, de las cuales 43.000 eran militares. Según la viceministra de Defensa Natalia Kalmykova, hoy tenemos el mayor número de mujeres en el campo de batalla en Ucrania en la historia moderna del mundo. Gracias a los cambios legislativos adoptados en 2018, las mujeres pueden ahora ocupar oficialmente puestos de combate y liderazgo en el ejército. También tienen la posibilidad de estudiar en cualquier especialidad militar. Aunque las mujeres en las unidades militares todavía pueden enfrentarse al rechazo y a la llamada discriminación “suave”, demuestran todos los días por su determinación, dedicación y profesionalidad que son combatientes dignas de cualquier puesto. En vísperas del Día Internacional de la Mujer, Iryna Yuzyk entrevistó a Olena Ryzh, soldado de asalto, Vira Savchenko, zapadora, y Nastia Confederate, operadora de drones, sobre su experiencia en combate y su trayectoria en las fuerzas armadas.
Se preguntó a las mujeres sobre las razones que las impulsaron a comprometerse, sobre cómo eligieron su profesión militar, sobre las zonas de la línea de frente en que sirven, sobre las tareas más difíciles y sobre la actitud actual hacia las mujeres en el ejército.
Olena Ryzh
Olena Ryzh, de 42 años, es fusilera de asalto en la 47ª Brigada Mecanizada Magura. En la vida civil, fue restauradora y formadora de servicios y comunicaciones. Vive en Kíiv. Fue movilizada en las fuerzas armadas en diciembre de 2022. Actualmente está estacionada en la región de Avdiivka. Recibió la medalla “Por el coraje” de tercer grado del presidente de Ucrania, la insignia honorífica “Cruz de valientes” del comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania y la medalla “Por la valentía en combate” de la 47ª brigada.
Sobre la motivación y la elección de la profesión
La idea de servir se me ocurrió por primera vez en el verano de 2022. Ya no me sentía cómoda en la vida civil y pensé que no estaba haciendo lo suficiente. Fui a una escuela militar de formación táctica para tratar de averiguar si era lo mío o no, si era capaz de hacerlo o no. Aprendí un poco de todo: tiro, táctica, medicina táctica, desminado, ingeniería. Fui entrenada en los asuntos militares en Alemania, así como en campos de entrenamiento en Ucrania. En total, tardé seis meses en completar la formación. También empecé a interesarme por la 47ª Brigada y a prepararme para ir allí y ocupar una posición de combate. Escuché los discursos del sargento Valeriy Markus, que era la cara de la brigada en ese momento. Estaba convencida de que la gente estaba bien tratada en ella. Ahora también. Mi comandante es Oleg Sentsov, nuestro famoso director y ex prisionero del Kremlin. Y confío plenamente en mi comandante.
Acerca de las misiones de combate
Nuestras primeras misiones militares tuvieron lugar en la región de Zaporiyia, cerca de la ciudad de Oríjiv, el pueblo de Robótine y sus alrededores. Hoy estamos en la región de Avdiivka. En general, lo que he visto durante mi servicio... He visto lugares donde no hay vida. Recuerdo a Robótine en primer lugar. Para mí, esto es muy revelador de lo que el enemigo le ha hecho a nuestras aldeas ucranianas. Sólo queda el nombre. No hay nada más. Son lugares en los que reina la muerte. Donde la muerte está en el aire. Y tenemos muchos lugares de este tipo. Toda la línea de frente es así. Un pueblo que ya no es un pueblo. Un bosque que ya no es un bosque. Y todo esto está lleno de objetos personales. Nunca olvidarás los lugares donde tuvieron lugar las batallas, donde tus compañeros perdieron la vida. Cuando escucho a los civiles decir que los diputados, los hijos de los diputados, cualquiera, deberían ir a la guerra, lamento decir que muchos civiles no entienden que estamos en guerra. No en otro lugar, sino en nuestro territorio. Hoy estoy estudiando para convertirme en enfermera de combate, porque hay una gran escasez de enfermeras. Pero me quedo en la unidad de combate y seguiré participando en las misiones de combate con el grupo, como lo he hecho hasta ahora.
Las mujeres en el ejército
Cuando una mujer aparece por primera vez en una posición de combate, algunos hombres ciertamente no lo entienden: “Oh, una mujer, qué pinta aquí”. Estos hombres examinan cuidadosamente lo que esta persona puede aportar realmente a la unidad. Luego se acostumbran. Especialmente si haces tu trabajo. Durante mis 14 meses de servicio, se me han acercado constantemente mujeres. Me piden consejos. Me hacen la pregunta: “¿Qué debo hacer si quiero servir? Quieren oir dónde pueden ser útiles. Quiero decir a todas las chicas que piensan en el servicio militar: si sientes una llamada en tu corazón, escúchala y síguela. Si no lo haces porque no sabes cómo empezar, dónde postular, si te aceptarán o no, todas estas dudas desaparecerán en cuanto empieces a dar los primeros pasos. Creo que subestimamos el potencial de las mujeres para el servicio militar y en las posiciones de combate. En primer lugar, nos subestimamos a nosotras mismas. Empecé por decirme a mí misma: soy una mujer, una civil, ¿qué voy a hacer, por qué estoy aquí? Pero han pasado 14 meses, y soy una combatiente digna de ese nombre en mi unidad. Se me necesita en mi puesto. Como dice mi comandante, soy tan buena como muchos hombres. Hay que creer en una misma. Entonces el comandante y la sociedad creerán en ti.
Vira Savchenko
Vira Savchenko, zapadora, 41 años. Sirve en la 112ª brigada de tanques. Actualmente está estacionada en el sector de Avdiivka. En la vida civil es arquitecta de interiores y diseñadora. Residente en Kíiv, se unió a las fuerzas armadas ucranianas el 24 de febrero de 2022. El comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas le otorgó la insignia de la Cruz de Honor Militar.
Sobre la motivación y la elección de la carrera
Me encontré con la guerra a gran escala en Kíiv. Mi hermana y yo nos unimos inmediatamente a la defensa y, durante los primeros meses, mientras persistía la amenaza sobre la capital, defendí la capital en el distrito de Desnianskyi. Luego elegí una rama en la que sería más útil. Elegí el desminado. Y comencé a buscar formas de ir a Kamianets-Podilskyi para estudiar en el Centro de Formación Conjunta de las Tropas de Ingeniería. No fue fácil ir, en primer lugar porque seleccionaban soldados de las fuerzas armadas y no había espacio para las y los miembros de la defensa territorial. Pude estudiar en una escuela alemana de formación de zapadores y zapadoras, en virtud de un acuerdo entre Ucrania y Alemania. Recibimos información durante un mes, y también nos entrenaron en el trabajo de zapadora. Durante mis dos años de práctica, aprendí mucho “sobre el terreno”. He desminado en la región de Kíiv, las zonas cercanas a Chernóbil, los campos de agricultores para que pudieran empezar a sembrar, los caminos forestales minados y el bosque de Izium después de su desocupación. Un año y medio después del inicio de la guerra a gran escala, logré estudiar en Kamianets-Podilskyi. Fue una escuela muy exitosa. Después de eso, volví a mi pelotón de ingeniería como comandante del segundo escuadrón y ahora tengo el rango de sargento junior.
Acerca de las misiones de combate
El periodo más difícil en dos años fue el del bosque de Serebryanske. Se trata de la región de Luhansk, y el territorio más allá del bosque estaba ocupado. El bosque en sí es un campo de batalla permanente, sin parar. Hemos estado allí dos veces. La primera vez fue un fracaso. Nuestros enemigos nos bombardearon con todo lo que tenían, sin escatimar sus esfuerzos. Nuestro grupo de zapadores y zapadoras ni siquiera tuvo tiempo para trabajar correctamente. El batallón fue derrotado y sufrimos grandes pérdidas. La segunda vez estuvimos allí seis meses, con más éxito. Sin embargo, la situación era tal que el trabajo de las y los zapadores no era el único necesario: el batallón sufría pérdidas, los soldados resultaban muertos y heridos. Es por eso que nosotros, las y los zapadores, también fuimos a ocupar puestos en la infantería. Permanecimos tres días en las trincheras. Nuestros enemigos sabían dónde estábamos y nos disparaban con todo lo que tenían, tratando de quemar todo lo que nos rodeaba y quemarnos. Saltamos de las trincheras y apagamos el fuego. Conseguimos defender nuestras posiciones y esperamos los refuerzos y el relevo. Actualmente estamos en el sector de Avdiivka. Producimos mucha munición para los drones. Nuestra tarea también es desminar la zona en caso de avance de la línea de frente. Esto es lo que hacemos casi todas las noches. ¿Qué veo a mi alrededor? En estas zonas de frente nos encontramos con pueblos abandonados, donde generalmente sólo quedan unos pocos civiles. Viven en casas destrozadas, pero no quieren dejarlas para ir a otro lugar. No, no están esperando al “mundo ruso”, simplemente no ven ninguna posibilidad de comenzar una nueva vida en otro lugar. A menudo se trata de personas mayores con mala salud. Una abuela tiene tres vacas y no quiere dejarlas. Estas personas son alimentadas por las y los soldados y “ángeles blancos”, como llaman a las y los voluntarios. También hay muchos gatos y perros abandonados. Hay tantos que no teníamos suficientes conservas para alimentarlos, así que pedí comida a la gente voluntaria de Lviv. Nos enviaron mucha.
Las mujeres en el ejército
Una mujer en el ejército... No puedo evitar mencionar a mi hermana Nadiya, que se unió al ejército ucraniano hace muchos años, sirvió en él durante 15 años y superó todos estos estereotipos relacionados con el género, fue una de las primeras en superar estos muros. Hoy caminamos por un camino poco transitado. Por supuesto, el mundo militar sigue siendo un mundo de hombres. Por eso a veces nos enfrentamos a rechazos. Especialmente cuando los hombres son movidos por la vanidad. Pero en general, una guerra a gran escala ha sacudido a todo el mundo, independientemente del sexo o el género. Por eso veo que todo el mundo tiene las mismas tareas: sobrevivir, expulsar al enemigo, preservar el Estado.
Nastia Confederat
Nastia Confederat, operadora de drones, 34 años. Actualmente sirve en una unidad de drones de ataque (no se divulgan las demás informaciones). Trabaja en toda la línea de frente, la mayoría de las veces en el sector de Jersón. En 2015, se presentó como voluntaria en el frente. Ha sido parte de las fuerzas armadas desde marzo de 2022. Reside en Kíiv. En la vida civil, es freelance, viajera y música. Es abiertamente lesbiana.
A propósito de la motivación
Cuando las personas comunes viajan en el transporte público y escuchan “Estoy cansado de la guerra, hay que acabar con ella”, deben saber que se trata de un trabajo de agente [de influencia]. Que la persona lo diga conscientemente o lo repita inconscientemente, no importa. Por lo tanto, no es posible permanecer en silencio. Es necesario expresar en voz alta la posición de que lo más importante hoy en día es no rendirse al ocupante, reconquistar y reconstruir nuestro propio país. Porque si viene el ocupante, a nadie le gustará. En el mejor de los casos, no habrá libertad de expresión. En el peor de los casos, morirás.
La elección de una profesión
Llevo dos años trabajando como operadora de drones. Disponemos tanto de drones de reconocimiento aéreo como de drones de impacto. Actualmente tenemos entrenamiento en diferentes drones que realizan ataques con diferentes tipos de objetivos. Como ha demostrado la práctica, esto permite obtener un alto porcentaje de éxito en el plano estadístico. Por supuesto, estamos perdiendo drones, pero como muchos de ellos son creados por los ingenieros de nuestra unidad, podemos continuar nuestro trabajo. Tenemos drones FPV que causan “bien” a los ocupantes. Fui brevemente instructora de cartografía en el Centro de Apoyo al Reconocimiento Aéreo Maria Berlinska y estoy feliz de participar en Victory Drones, el proyecto de fabricación de drones más sistemático de Ucrania. En la antigua unidad, igual que en la actual, soy reclutadora y selecciono a las y los candidatos para los puestos de piloto e ingeniero.
Acerca de la producción de drones
La producción de drones en Ucrania existe desde hace mucho tiempo. Se trata de desarrollarla y convertirla en una prioridad. En lugar de desperdiciar imprudentemente a los ingenieros en las trincheras, deberíamos crear puestos de trabajo en organizaciones relacionadas con la defensa y dotarnos de capacidades de blindaje, y crear un comando separado para los sistemas robóticos y no tripulados. Este conocimiento debe transmitirse de generación en generación, porque eso es exactamente lo que será esta guerra, incluso si logramos empujar al ocupante más allá de las fronteras de 1991 en un futuro previsible. Esta estrategia de robótica y educación debería estar en las escuelas, clubes.... Organizar campeonatos, dar subvenciones para los inventos y proporcionar una explicación clara de por qué lo hacemos, para que las y los niños crezcan de la manera más consciente posible. Actualmente, utilizamos principalmente desarrollos privados que esperan ser certificados a nivel estatal.
La homofobia en el ejército
Debemos expresar nuestra posición abiertamente y en voz alta. Cuantos y cuantas más expliquemos la situación y demos el ejemplo del activismo, más rápido tendremos una sociedad consciente. Lo sé por experiencia: después de salir del armario, recibí muchos mensajes y comentarios en conversaciones privadas de que, sin mí, un cierto número de personas no habrían sido capaces de reconocer o hablar de su identidad y/o orientación sexual. Mi ejemplo, junto con el de otros militares abiertamente LGBT, muestra el camino a seguir. Cada una y cada uno de nosotros puede convertirse en el portavoz de su círculo social, la persona que abre el camino. Incluso si se trata de un pequeño número de personas, el efecto mariposa funcionará.
Acerca de las asociaciones civiles
El “no es el momento adecuado” ya ha tenido lugar. Ya han pasado dos años, durante los cuales nosotras y nosotros, que nos movilizamos voluntariamente, queríamos ver cambios cualitativos y perceptibles en la sociedad. Nuestros seres queridos nos esperan, con depresión y otras afecciones. Nuestros seres queridos nos entierran. Proporcionar ayuda a los familiares de las y los militares LGBT equivale a ayudar a los miembros de las familias de los militares. Por eso necesitamos asociaciones registradas que den el estatus de familia de primera línea. En cambio, escuchamos que lo que quieren algunas y algunos militares no es oportuno. Las personas militares tenemos derecho a decir lo que es relevante y lo que no lo es. Me expreso primero como oficial militar en activo, luego como mujer abiertamente homosexual.
Acerca de la iglesia
Con todo el respeto que debo a los capellanes de diferentes niveles (entre los que tengo amigos), creo que la religión es una opción personal, no la cultura de ciertas tradiciones a nivel estatal. En Ucrania hay representantes de diferentes confesiones, incluido el cristianismo, que es una de las muchas visiones del mundo. Conozco a musulmanes que luchan en las fuerzas de defensa ucranianas. También hay muchos ateos y agnósticos cuyos sentimientos son tan importantes como los de las personas creyentes. En la actualidad, la Iglesia Ortodoxa del Patriaricado de Kíiv está difundiendo su posición deshonesta de que algunas personas tienen razón y otras se equivocan, mientras que las Sagradas Escrituras nos enseñan a amar a todo el mundo y a aceptar la elección que el Creador nos ha hecho.
Como sabes, no todas las iglesias condenan a las personas LGTB. Por ejemplo, crecí en una confesión protestante y no fui condenada por quienes enseñaban el humanismo sobre la base de la Biblia. También experimenté la confesión en una iglesia greco-católica, donde dije que era una mujer homosexual, y el pastor no me condenó, diciendo que tenía derecho a elegir. Vi la bandera del arco iris y la bandera ucraniana en el mismo mástil cerca de la iglesia, y creo que será lo mismo aquí un día.
Traducido por Faustino Eguberri
Publicado orginalmente el 6 de marzo de 2024