Ataques con drones de Rusia en Jersón: política estatal y crimen de lesa humanidad según la ONU


Halya Coynash
7 de junio de 2025

Durante los últimos diez meses, Rusia ha utilizado drones para lanzar explosivos y matar a civiles en la región de Jersón, así como a trabajadores de ambulancias que fueron atacados después de acudir al lugar tras los primeros bombardeos.

Ambulancia atacada por un dron ruso en Stanislav el 13 de noviembre de 2024
Ambulancia atacada por un dron ruso en Stanislav el 13 de noviembre de 2024, después de acudir para atender a dos víctimas civiles de un primer ataque con dron ruso. Foto de Oleksandr Prokudin, jefe de la Administración Regional de Jersón.

La Comisión Independiente Internacional de Investigación sobre Ucrania de la ONU ha examinado los persistentes ataques con drones de Rusia contra civiles en la región de Jersón y ha concluido que constituyen crímenes de lesa humanidad por asesinato. En un informe especial, anunciado el 28 de mayo de 2025, la Comisión presenta pruebas de que estos ataques son generalizados, sistemáticos y “realizados como parte de una política estatal coordinada”. Rusia ha llegado incluso a atacar ambulancias que acudieron en respuesta a ataques previos. El hecho de que los videos de estos ataques se difundan en canales rusos de Telegram con advertencias para que la gente abandone la zona sugiere que se trata de una política deliberada del Estado ruso para expulsar a la población ucraniana de territorios que Rusia no ha podido conquistar o mantener, pero que sigue reclamando como anexados.

La Comisión fue creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU poco después del inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Su mandato se ha prorrogado en varias ocasiones, la más reciente el 4 de abril de 2025.

La Comisión se vio obligada a emitir un informe especial sobre los ataques con drones en la región de Jersón debido al enorme número de ataques desde julio de 2024 y a las claras evidencias de que tales violaciones flagrantes del derecho internacional forman parte de una política estatal deliberada.

Rusia ha estado bombardeando objetivos civiles desde el inicio de su invasión a gran escala de Ucrania y ha utilizado repetidamente la táctica del "doble golpe": cuando un segundo misil, bomba o dron impacta poco después del primero, alcanzando a personal médico y rescatistas que acudieron a socorrer a las primeras víctimas. La ONG Truth Hounds informó previamente que había verificado 36 casos de ataques de doble golpe por parte de Rusia entre febrero de 2022 y el 31 de agosto de 2024, y es muy probable que esta cifra no sea la definitiva.

Al documentar la sistemática persecución de civiles y objetivos civiles en la región de Jersón desde julio de 2024, la Comisión cita ejemplos en los que Rusia ha violado aún más el derecho internacional al atacar ambulancias en ataques de doble golpe con drones. Por ejemplo, un hombre de 45 años resultó herido en noviembre de 2024 cuando un dron lanzó explosivos mientras iba en ciclomotor. Minutos después, se lanzaron dos explosivos más sobre la ambulancia que acudió para tratar sus graves heridas. La Comisión señala que las ambulancias gozan de una protección especial según el derecho internacional y que algunas víctimas han muerto porque no pudieron ser trasladadas a tiempo a un centro médico debido a los ataques deliberados rusos contra ambulancias.

El informe se centra en los ataques con drones rusos contra civiles y bienes de carácter civil en la ciudad de Jersón y la región de Jersón desde julio de 2024. Los ataques han sido generalizados y sistemáticos, siguiendo un patrón regular y un modus operandi que indica que fueron “planificados, dirigidos y organizados”. Casi 160 civiles han muerto hasta ahora en ataques a lo largo de un tramo de cien kilómetros (en la margen derecha del Dnipró), y hay cientos de heridos. Los civiles han declarado que los rusos los están “cazando como en un videojuego”.

Todo esto constituye una violación flagrante del derecho internacional, y la Comisión concluye que el ejército ruso ha cometido el crimen de guerra de dirigir intencionalmente ataques contra civiles en la región de Jersón.

Probablemente no sea casualidad que se estén cometiendo atrocidades diarias contra ucranianos en Jersón y su región. Jersón fue la primera gran ciudad en caer ante los rusos a principios de 2022. Los vídeos y fotos de su liberación, el 11 de noviembre de 2022, y la alegría de sus habitantes se difundieron por todo el mundo. Esto debió enfurecer especialmente al líder ruso Vladímir Putin, quien en septiembre de 2022 había afirmado que los ucranianos "habían votado" para unirse a Rusia. Él y su entorno siguen afirmando que incluso aquellas zonas de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia que no están ocupadas también "pasaron a formar parte de la Federación Rusa" en 2022.

No está claro si Putin cree en sus propias mentiras o simplemente no le importa a quién mata. Lo cierto es que la afirmación de que toda la región de Jersón es “rusa” no ha impedido que use drones para cazar y lanzar explosivos sobre civiles en las partes de esa región que no controla. Es posible que la brutalidad de los ataques desde noviembre de 2022 contra los habitantes de Jersón sea una represalia por su alegría manifiesta ante la liberación de la ocupación rusa.

Sin embargo, la Comisión señala que existe una política clara detrás de estos ataques constantes con drones contra civiles e infraestructuras civiles, cuyo objetivo es aterrorizar a la población. El objetivo evidente es forzar su huida, y de hecho muchos no han podido soportar el peligro constante de ser asesinados o mutilados al salir de sus casas.

Resulta especialmente escalofriante que las fuerzas armadas rusas estén coordinando estas actividades con canales rusos de Telegram. La Comisión informa que los operadores de drones utilizan transmisiones en tiempo real de cámaras integradas en los drones para enfocar y lanzar explosivos sobre objetivos claramente civiles. Estos vídeos se difunden después en canales de Telegram rusos, algunos con miles de suscriptores, acompañados de mensajes que, en efecto, dicen a los civiles que ellos podrían ser los siguientes.

La evaluación de la Comisión es contundente: “Los ataques recurrentes con drones, los vídeos ampliamente difundidos que los muestran y numerosas publicaciones que exhortan explícitamente a la población a abandonar la zona sugieren una política estatal coordinada por parte de las autoridades rusas para forzar a la población de la provincia de Jersón a marcharse. Por lo tanto, la Comisión concluye que las fuerzas armadas rusas pueden haber cometido el crimen de lesa humanidad de traslado forzoso de población.”

Esto se suma a la atroz agresión contra civiles y bienes civiles, en violación de los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, que establece claramente que los ataques solo son admisibles contra objetivos militares. La Comisión es tajante al afirmar que “las pruebas reunidas no dejan duda de que los perpetradores tenían la intención de llevar a cabo estos actos. Por lo tanto, la Comisión concluye que las fuerzas armadas rusas perpetraron el crimen de guerra de dirigir intencionadamente ataques contra civiles en la provincia de Jersón. También concluye que la difusión de vídeos de civiles muertos o heridos constituye el crimen de guerra de ultrajes a la dignidad personal.”

El hecho de que estos ataques se hayan prolongado durante más de diez meses, contra múltiples objetivos civiles y en un área extensa, deja claro que son planeados y organizados, lo que implica la asignación de recursos específicos. “Estos y otros elementos llevaron a la Comisión a concluir que las fuerzas armadas rusas realizaron ataques con drones contra civiles de acuerdo con una política organizativa y cometieron asesinatos como crimen de lesa humanidad.”

¿Y ahora qué?

Todos los informes de la Comisión Independiente han sido contundentes, y han identificado los crímenes más graves que Rusia ha cometido contra Ucrania y la ciudadanía ucraniana, tanto civiles como prisioneros de guerra. Cabe esperar que, al menos, este último informe sobre atrocidades rusas contra civiles impulse a la Corte Penal Internacional a emitir órdenes de arresto contra los responsables de esta política estatal coordinada. Sin embargo, eso claramente no basta. Es fundamental que todos los países democráticos comprendan que el precio de no ayudar lo suficiente a Ucrania para frenar a Rusia ahora no lo pagará únicamente Ucrania.


Traducido por Juan González

Artículo original

Publicado orginalmente el 2 de junio de 2025



Halya Coynash

Halya Coynash. Miembro del Grupo de Protección de los Derechos Humanos de Járkiv..