El socialismo disidente de Yuri Badzio


Vladyslav Starodubtsev
4 de abril de 2024

Segunda parte de la colección de artículos Retorno al Futuro: textos sobre el disidente ucraniano Yuri Badzio

Puedes encontrar la primera y tercera parte, aquí y aquí.

Yuri Badzio nació en 1936 en el pueblo de Kopynivtsi en Transcarpatia, un territorio que cambió de pertenencia estatal cinco veces a lo largo de su vida: primero formó parte de Checoslovaquia, luego, durante un corto período, parte de la región existió como Ucrania de los Cárpatos autónoma y luego independiente, antes de ser ocupada a su vez por las tropas húngaras y soviéticas, y así sucesivamente hasta que Ucrania declaró su independencia en 1991. Sin embargo, Yuri Badzio pasó su vida como disidente principalmente en Kíiv, luego en campos en Mordovia y en el exilio en Yakutia.

Estudiante talentoso, luego profesor de literatura, de ucraniano y alemán, y miembro del PCUS, Badzio tuvo la oportunidad de hacer estudios superiores en Kíiv. Allí, el torbellino de los acontecimientos, su profesión y la vida política en general le ponen en contacto con los shistdesiatniks [intelectuales y disidentes ucranianos de los años sesenta, nde.]. Trabaja con Vasyl Stus y conoce a gente como Iván Dziuba. Al mismo tiempo, está profundamente sorprendido por el nivel de rusificación de la capital ucraniana. “Hablo con calma, sin acento político, traduzco o explico cuando veo que mi interlocutor no entiende algo, pero no abandono el ucraniano ”, dijo en una entrevista.

En Kíiv, Badzio se convirtió en uno de los fundadores del Club Informal de la Juventud Creativa en la década de 1960. El club fue cerrado por las autoridades tras el ataque a los artistas de la década de 1960, pero hasta 1965 Badzio se las apañó. Entonces era un joven científico prometedor y un miembro prometedor del partido. Pero como muchos otros futuros disidentes, su protesta durante el estreno de La sombra de nuestros antepasados olvidados de Serguéi Paradzhánov en el cine Ukraïna dividió su vida en un antes y un después: expulsión del PCUS, problemas profesionales y final de su carrera universitaria. Iván Dziuba se puso de pie en el cine y comenzó a enumerar las detenciones políticas en Ucrania, acompañado por Vyacheslav Chornovil, quien hizo un llamamiento: “¡Que quienes se oponen a la tiranía se levanten!” El amigo de Badzio, Vasyl Stus, también tomó la palabra. El joven académico de Transcarpatía no pudo evitar apoyar la manifestación.

Desde entonces, su vida fue solo una cuestión de supervivencia. La imposibilidad de encontrar un trabajo decente, la necesidad del secreto, la presión de los servicios especiales. Badzio está marcado por trabajos esporádicos, desde la edición de una revista para ciegos hasta el trabajo de mozo en una panadería.

Unos años más tarde, se produce uno de los acontecimientos más importantes para los disidentes de todo el campo del Este. En 1968, la llegada del ala reformista del Partido Comunista Checoslovaco fue una increíble fuente de inspiración, que rápidamente terminó en derrota. El ejemplo del programa de socialismo democrático de Checoslovaquia, basado en los principios de la democracia multipartidista y el socialismo de mercado, inspira a los disidentes de Ucrania y de otros lugares. Sin embargo, la Primavera de Praga fue brutalmente reprimida por los tanques soviéticos. Badzio no fue el único disidente de izquierda, ni mucho menos, que escuchó las noticias de los acontecimientos en la radio, con lágrimas en los ojos.

«No hay duda de que después del allanamiento de su domicilio (febrero de 1979) y la incautación del manuscrito inacabado, El derecho a vivir, mi esposa y yo caminábamos por las calles cerca de nuestra casa, a la caída de la noche, y discutíamos la situación. “Qué debo transmitir al mundo, cómo debo formular mi posición”, preguntaba mi esposa. Tenía una fórmula lista: humanismo, patriotismo, democracia, socialismo. “Es en este orden que es esencial”, subrayé».

Después de una nueva ola de detenciones de intelectuales ucranianos en 1972, Badzio comenzó a trabajar en su obra fundamental, El derecho a vivir. Allí analiza el sistema totalitario soviético como un sistema que se fundamenta en el nacionalismo gran ruso y la dictadura de clase del partido, la partitocracia. Para Badzio, el PCUS no es un partido en el sentido habitual del término, sino un “capitalista colectivo”, una nueva clase social, la burguesía soviética.

El destino no permitió a Badzio completar su tratado: en 1977, el KGB capturó 1400 páginas del manuscrito antes de que pudiera enviarlo a Occidente para su publicación allí. Mientras espera su arresto, el disidente escribe una versión corta y una carta exponiendo sus puntos de vista al Presídium del Soviet Supremo. Ampliamente difundida, esta carta abierta ha permitido al público occidental conocer el análisis de la ocupación ruso-soviética1.

Badzio hace una dura crítica al leninismo e incluso al marxismo desde una perspectiva socialista, muy cercana a Mijailo Pavlyk, Iván Frankó y Mijailo Hruchevsky, y otros pensadores anticapitalistas a menudo fuentes de inspiración para él. También recurre ampliamente a teóricos de la tradición marxista ucraniana e internacional, refiriéndose a autores como Kautsky y Yurkevich. Es analizando la URSS desde una perspectiva de clase y de democracia como forja su enfoque socialista-humanista. En la misma carta, subraya su punto de vista:

“Mi posición social es socialista, mi posición política es democrática. La formulo como un concepto de socialismo democrático. Está cerca del eurocomunismo. Pluralismo ideológico, cultural y político. La clase obrera y el campesinado deberían tener su propia representación de clase distinta en las autoridades estatales; la libertad, de acuerdo con la ley, de formar partidos democráticos. Solo si se da esta condición la burocracia del partido-Estado perderá su condición de único “dueño del trabajo” (Marx), de clase social distinta y dominante, y el partido será un partido y no una capa social dominante de la sociedad.

Mi concepción del socialismo democrático no implica la restauración de la propiedad privada de los medios de producción, sino la eliminación de la propiedad privada del partido: el absolutismo ideológico y político, la autocracia del partido; implica un movimiento hacia el ideal marxista del futuro, incluso si la cima de este ideal es utópico. La utopía de la teoría de Marx sobre el desarrollo histórico después de la victoriosa revolución socialista radica en la esperanza de que la eliminación de la propiedad privada capitalista y el alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas eliminen cualquier división del trabajo, incluida la división profesional, y conviertan el trabajo en una actividad libre y voluntaria. Ciertamente, Marx y Engels tenían razón al creer que solo así se podrá eliminar la alienación, como fenómeno social, y el Estado, como forma política. Sin embargo, hasta ahora, la teoría no nos ha dado argumentos para demostrar que tales esperanzas son realistas. La complejidad de la producción moderna, las dificultades del dominio psicológico del mundo y, por último y sobre todo, la naturaleza misma del hombre, que es un ser finito y limitado (limitado no en el sentido cotidiano sino en el sentido filosófico de la palabra), hacen imposible la eliminación de la división del trabajo, la asignación social de las personas a ciertos tipos de actividades de producción y, por tanto, la realización del ideal comunista tal y como lo imaginaron Marx y Engels. En última instancia, un ideal solo es un ideal si es generado por el movimiento espontáneo de la vida, si es la manifestación de una idea individual, orgánica y espontánea de un futuro mejor, y no por la ideología y la política del Estado. La forma de existencia estatal es siempre un factor conservador y egoísta en la historia (de ahí la idea comunista de la muerte del Estado, de cualquier Estado); el Estado no realiza los ideales, solo se adapta a ellos, siendo democrático, y asegura el desarrollo evolutivo de la sociedad”.

Badzio es un representante del movimiento del “humanismo socialista”, un socialismo disidente que nació de una crítica de izquierda del sistema inhumano leninista-estalinista establecido en la URSS y en los países del bloque oriental. Los teóricos disidentes pertenecientes a este movimiento analizaron la partitocracia como una forma de “sociedad de clase”; sus principales reivindicaciones eran los derechos humanos y la democracia. Entre ellos se encontraban marxistas, socialdemócratas de izquierda y sindicalistas, exiliados del Partido Obrero Polaco, Leszek Kolakowski, Maria Hirszowicz, Karol Modzelewski, Jacek Kuron, el grupo Praxis, la Escuela de Budapest en Hungría, así como un gran número de reformadores y disidentes en Checoslovaquia.

Al disidente se le permitió regresar del exilio a su país, siendo uno de los últimos prisioneros políticos soviéticos (porque se negó a apelar a la clemencia). En la cárcel, siguió luchando, en parte, participando en huelgas políticas y huelgas de hambre, y enviando al extranjero una de las pocas protestas abiertas en la URSS contra la intervención en Afganistán.

Tan pronto como pudo regresar a Ucrania, Badzio comenzó su actividad política. Sus ideas humanistas-socialistas se convertirán en la base del programa del Partido del Socialismo Democrático y la Independencia del Estado, que redactará después de los campos y el exilio.

Propone un programa de lucha sin concesiones por la independencia de Ucrania y la lucha contra la rusificación, reformas económicas y políticas en el espíritu del socialismo de mercado, es decir la existencia de una propiedad cooperativa en competencia en una economía de mercado regulada. Al mismo tiempo, Badzio analiza el Estado democrático en un estado de conflicto permanente, entre el propio Estado y el pueblo. Este conflicto, según él, es esencial para cualquier Estado democrático, lo que motiva la necesidad de una sociedad civil proactiva. Sin embargo, este programa de una Ucrania democrática y sin clases no se limita sin embargo al análisis de la cuestión de las clases y la cuestión nacional. También describe la relación entre las zonas urbanas y rurales, la necesidad de que un Estado secular desarrolle la Iglesia ucraniana, que fue destruida por la política colonial-imperial bolchevique, corrigiendo así el carácter secular de la URSS. El programa también contiene un importante análisis de clase de la naturaleza del PCUS y la URSS y una descripción de la ideología del socialismo democrático.

Ningún partido se constituyó en torno a este programa. En 1990, se creó el Partido Democrático de Ucrania2 y redactó el manifiesto de su programa. Este partido nació de la escisión del Movimiento Popular de Ucrania3 debido a su actitud hacia el Partido Comunista. Desde el punto de vista de Badzio, el PCUS y el Partido Comunista constituyen la clase dominante y no un partido político. Por lo tanto, hay personas con opiniones políticas totalmente diferentes, incluidos demócratas independientes. El Movimiento Popular, por su parte, se opone a los miembros del partido y a los ciudadanos. Aunque la posición de Badzio fue, en cierta medida, una herramienta de unificación de la sociedad ucraniana, también condujo a una considerable apología de Leonid Kravchuk4 y a una crítica a menudo exagerada de otra facción del Movimiento Democrático Nacional de la época.

Al mismo tiempo, Badzio defendió la posición de que la propiedad privada era una necesidad para la democracia, creando una autonomía por relación con el Estado, y abandonó la idea del socialismo democrático. Sin embargo, apoyó lo que describe como el “capitalismo popular” y se definió a sí mismo como un socialdemócrata. Los derechos sociales y la organización de los trabajadores en sindicatos fuertes estuvieron en el centro de su crítica al “capitalismo salvaje” en Ucrania.

Las actividades del Partido Democrático tuvieron cierto éxito, pero el partido se fue alejando cada vez más de su visión inicial, y Badzio pasó de ser presidente titular del Consejo Nacional del Partido Democrático a “intelectual no miembro del partido”.

La actividad intelectual de Badzio en la época de la Ucrania independiente también es muy importante. Desafortunadamente, el camino trazado en el programa del socialismo democrático y la independencia del Estado, no fue adoptado e incluso hoy podemos ver la corrección de la crítica de Badzio a las transformaciones capitalistas de la futura Ucrania.

“Inicialmente, en el momento del colapso de la URSS, las instituciones extranjeras (el Deutsche Bank) estimaron que la situación socioeconómica de Ucrania, en comparación con la de otras repúblicas soviéticas, era la mejor, la más favorable para la creación de un nuevo estado. El resultado es inverso: El desorden socioeconómico (y la inestabilidad política) de la sociedad ha llevado a varios millones de personas válidas, incluidas las cualificadas, a abandonar el país para trabajar; la clase dirigente del Partido Comunista mantiene sus posiciones dominantes en la política (en el sistema de gobierno) y en la economía, pero un capitalismo salvaje está surgiendo rápidamente en el país, cuya última adquisición, la incautación de bienes por la fuerza, es un fenómeno de un tipo completamente feudal”.

Incluso en el décimo octavo año de independencia, el espacio cultural y de información del país sigue representando a Ucrania como una provincia congelada de Rusia.

El declive moral de la población roe todas las esferas de la vida pública y amenaza el futuro del pueblo.

La crítica a la política de privatización radical y de destrucción económica del gobierno ucraniano, así como la continuación e intensificación de la rusificación, y la “democracia formal” – la democracia de la élite rusófila y residual del partido y de las fuerzas rusas que actuaron contra Ucrania como Estado-nación - se convierten en la base de la actividad periodística de Badzio. La ley de asimilación sobre la lengua, promovida por el Partido de las Regiones, es calificada por Badzio, de una manera algo predictiva de los acontecimientos futuros (y en gran medida exagerada), como ley de ocupación.

Los últimos años de su tumultuosa vida política fueron tranquilos. Está casi olvidado en la política ucraniana y rara vez es objeto de discusión. El eminente disidente fallecía el 1 de septiembre de 2018. Dejó atrás una gran cantidad de trabajo científico y político. En particular, redactó el programa del Partido Ucraniano del Socialismo Democrático y la Independencia del Estado, un documento único que podría inspirar a las nuevas generaciones a luchar por un futuro justo. Los problemas descritos en el programa son, por desgracia, en su mayor parte, todavía actuales y se plantean una y otra vez en la sociedad ucraniana.

Notas

1. Esta carta fue precedida por otra escrita inmediatamente después de la incursión de la KGB (“¿Quizás tenga una noche de libertad a mi disposición?”) - “Carta abierta al Presídium del Sóviet Supremo de la URSS, a los partidos comunistas extranjeros y a la comunidad democrática mundial”.

2. Manifiesto del Partido Democrático de Ucrania, Ucrania literaria, 31 de mayo de 1990.

3. Se trata del mayor movimiento democrático nacional general que ha desempeñado un papel importante en la defensa de la independencia de Ucrania. Hoy en día se trata de un partido nacional democrático de centro-derecha.

4. Último dirigente de la República Socialista Soviética de Ucrania, se sumó a la causa nacional ucraniana y será presidente de la república de 1991 a 1994 (NdT ed. francesa).


Traducido por Faustino Eguberri

Artículo original

Publicado orginalmente el 5 de marzo de 2024



Vladyslav Starodubtsev

Vladyslav Starodubtsev. Historiador, miembro de la organización socialista ucraniana Sotsialnyi Rukh (Movimiento Social).