Socialismo, Yiddishkeit, Doykeit: breve historia del Bund judío


Serhii Ishchenko
18 de noviembre de 2023

El derramamiento de sangre en Israel/Palestina nos incita a recordar no sólo el triste destino de esa desgraciada región, sino también de la historia judía. Hoy, todo lo que tiene que ver con lo judío y su pasado está "monopolizado” por el Estado de Israel. Pero no siempre fue así. En Europa del Este también hubo alternativas al proyecto sionista de "reunir a todos los judíos en Palestina" y eran lo suficientemente poderosas como para hacerle una seria competencia. La más influyente de ellas fue el Bund, un movimiento nacional judío que, como muchos otros movimientos nacionales de los pueblos de Europa del Este (ucranianos, polacos, georgianos, etc.), tenía una orientación socialista y no veía la liberación nacional como separada de la liberación social.

Brider un shvester fun arbet un noyt
Hermanas y hermanos, atormentados, sublevados,
esparcidos por el mundo [...]
Juramos librar una batalla sagrada
hasta que el mundo se renueve:
sin mendigos, sin ricos, sin amos y sin esclavos,
¡que el fuerte y el débil sean iguales!

Estas son unas líneas de la canción Di Shvue (El Juramento) escrita a principios del siglo XX por el famoso escritor y etnógrafo Semyon Anskyi (por cierto, autor de la obra mística Dybbuk, que fue aclamada por el mismísimo "rey de los horrores" Howard Lovecraft). Esta canción fue una vez conocida por todos los judíos de Riga a Odesa conocieran. Al fin y al cabo, era el himno del Bund, y el Bund no era sólo un movimiento político más, era también una filosofía y una tradición cultural de pleno derecho de la comunidad judía en Europa del Este. Una tradición que ofrecía una alternativa al sionismo, a la rígida ortodoxia religiosa y a la asimilación de los judíos.

La historia del Bund comenzó en el otoño de 1897. El día después del Yom Kippur, trece personas se reunieron en una pequeña casa a las afueras de Vilnius y juraron luchar juntas para mejorar la suerte de las y los trabajadores judíos en el entonces Imperio Ruso. Era una época en la que la despiadada modernización e industrialización estaban destruyendo la forma de vida de las personas judías de Europa del Este, al igual que estaba destruyendo la estructura tradicional de la aldea ucraniana. Durante siglos, las y los judíos habían vivido en pueblos, shtetls, dedicados a la artesanía y al pequeño comercio. Pero habían llegado nuevos tiempos. Un zapatero con su pequeño taller no tenía ni la fuerza ni la capacidad para competir con una fábrica de zapatos, y un pequeño comerciante ni siquiera podía intentarlo contra unos grandes almacenes. Muchos judíos tuvieron que cerrar sus pequeños negocios familiares y ponerse a trabajar en las fábricas.

Miembros del Bund junto a los cuerpos de sus tres compañeros asesinados en Odesa
Miembros del Bund junto a los cuerpos de sus tres compañeros asesinados en Odesa durante la Revolución de 1905.

La vida de las y los trabajadores en aquella época ya era una vida de pobreza, opresión e injusticia. Pero en el caso de los judíos, a todo esto se añadía una discriminación nacional. Una nueva organización llamada Algemeyner Yidisher Arbeter-bund, Unión General de los Trabajadores Judíos, o sencillamente Bund, fue llamada a hacer frente a todos estos males. En solo diez años, se convirtió en una de las mayores organizaciones judías de Europa del Este. En 1906, 43.000 personas pertenecían al Bund. Por poner una comparación, el Partido Obrero Socialdemócrata ucraniano1 solo contaba entonces con 6.000 militantes2.

Doykeit contra el sionismo

El programa del Bund se basaba en los tres principios del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, las y los bundistas defendían una república democrática, la igualdad entre hombres y mujeres, reformas sociales y una jornada laboral de ocho horas. Pero al mismo tiempo, el Bund era también un partido nacional que defendía la identidad judía, la lengua yiddish y la cultura de los judíos de Europa del Este contra la discriminación y el antisemitismo. Este era, según las y los bundistas, el principio del Yiddishkeit, la “judeidad”. Por lo general, esta palabra se refería a la observancia de los preceptos de la religión judía en la vida cotidiana. Los miembros del Bund fueron probablemente los primeros en darle un nuevo significado: para ellos, significaba la vida judía en toda su plenitud, la autoidentificación de las comunidades y de las personas específicamente judías.

Ya en su VI Congreso, celebrado en mayo de 1901, el Bund declaraba:

“Cada nacionalidad, además del deseo de libertad e igualdad económica, civil y política, tiene también aspiraciones nacionales basadas en [...] la lengua, las costumbres, el modo de vida, la cultura en general, que deben tener plena libertad de desarrollo3.

Así, en lugar de la identidad exclusivamente religiosa del judaísmo, el bundismo proponía una identidad secular y nacional. Además, al pronunciarse contra la dominación de los líderes religiosos conservadores en las comunidades judías tradicionales, a diferencia de los asimilacionistas, defendían la preservación de estas comunidades, afirmando que eran "no sólo el producto de lo antiguo, sino, con ciertas reservas, el embrión de lo nuevo"4.

Como partido nacional, el Bund, tras el sangriento pogromo de Kishinev en 1903, declaró que había que defenderse resueltamente de la violencia contra los judíos5 y sus miembros crearon unidades de autodefensa. En 1904, una de estas unidades del Bund dispersó a bandas de Centurias Negras que iban a destruir los barrios judíos de Daugavpils6.

En aquel momento el Bund no tenía buenas relaciones con otro movimiento nacional judío: el sionismo.

"Los sionistas hablan de construir un estado nacional en Palestina. Pero nuestro partido se basa en una posición completamente opuesta. Nuestro país, está aquí: en Polonia, en Rusia, en Lituania, en Ucrania, en América", declaraba uno de los líderes bundistas, Volodymyr Medem (antiguo alumno de la Universidad de Kíiv, expulsado por haber participado en una huelga estudiantil). "Aquí vivimos y trabajamos, aquí hacemos planes para el futuro. Este es nuestro hogar y no nos es ajeno. Sobre eso construimos nuestra actividad"7.

Vladimir Medem
Vladimir Medem.

Este era el tercer principio del doykeit: "Nuestro país es el lugar en el que vivimos”. Según el Bund las y los judíos tenían lazos mucho más fuertes con el país en el que habían vivido durante generaciones que con su lejana “patria histórica". Consideraban la idea de la reinstalación en Palestina como una idea utópica y peligrosa. El Bund declaró que, en primer lugar, Palestina es demasiado pequeña para acoger a cientos de miles de inmigrantes de todo el mundo y, en segundo lugar, dicha reinstalación provocaría inevitablemente un enfrentamiento con la población árabe local8.

El Bund creía más bien que en los países étnicamente diversos de Europa del Este, debería construirse una arquitectura política para que cada nacionalidad, incluida la judía, pudiera vivir libremente y desarrollar su propia cultura nacional. Sin disolverse en la población circundante, como propugnaban los asimilacionistas, pero también sin separarse de ella, como desearían los religiosos ortodoxos. El Bund abogaba por la creación de un gobierno judío autónomo que se ocuparía de la educación y la cultura. Tal gobierno autónomo debería ser elegido según los principios del sufragio universal, libre e igual por hombres y mujeres que se considerasen judías.

Las escuelas y universidades judías deberían ser financiadas por el presupuesto del Estado y formar parte de la red escolar nacional. Pero según el proyecto del Bund, la comunidad judía no debería estar involucrada en asuntos religiosos, porque la religión es una cuestión de conciencia personal, privada en la que ni el Estado ni el proletariado como clase deben interferir, garantizando únicamente la libertad de conciencia para todos y todas9.

Es importante señalar que las y los bundistas no veían contradicción alguna entre sus objetivos socialistas y nacionales. Creían que la lucha por la educación en la lengua materna y por el desarrollo cultural sin trabas formaba parte de la lucha común de la clase obrera. Al mismo tiempo el Bund subrayaba que su enfoque de la cuestión nacional no era una "panacea para todas las naciones": se ocupaba únicamente de la situación específica de la comunidad judía10.

El Bund y la "prisión de los pueblos"

Como partido obrero nacional, el Bund del Imperio Ruso ayudó a las y los trabajadores judíos a formar sindicatos y organizar huelgas (especialmente contra las y los empresarios judíos). En Ucrania, por ejemplo, la influencia del bundismo se dejó sentir en los sindicatos de impresores y sastres11.

Entre trabajadores y jóvenes judíos, los bundistas gozaban de tal autoridad que a veces se recurría a ellos cuando se planteaban cuestiones jurídicas o incluso complejas cuestiones morales. Volodymyr Medem recuerda un divertido caso en el que una joven embarazada se dirigió a la rama local del Bund para persuadir al padre del niño para que se casara con ella.

Al mismo tiempo, como socialistas, las y los bundistas se veían a sí mismos como parte del movimiento obrero de todo el Imperio. Así, el Bund ayudó a fundar el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Sin embargo, la historia de las relaciones entre los socialistas judíos y el POSDR resultó ser bastante complicada. Las y los bundistas defendían la autonomía de su propia organización y esperaban ser reconocidos como representantes del movimiento obrero judío. Algunos dirigentes de la socialdemocracia panrusa, en particular Lenin, calificaron estas reivindicaciones de “nacionalistas”, exigiendo una fusión completa de las dos organizaciones. Debido a ello, el Bund abandonó en ocasiones las filas del POSDR, volviendo luego a ellas12.

Manifestación del Bund, 1917
Manifestación del Bund, 1917.

El Bund consideraba a los movimientos socialistas de las otras nacionalidades oprimidas en la "prisión de los pueblos" rusa como aliados naturales. Por ejemplo, en la orilla izquierda de Ucrania, en particular la provincia de Poltava, los bundistas cooperaron voluntariamente con el Partido Revolucionario Ucraniano13. Maksym Hekhter, el futuro diplomático de la República Popular Ucraniana, fue simultáneamente militante del Bund y del Partido Revolucionario Ucraniano14.

El Bund y la revolución ucraniana

Durante la revolución de 1917-1921, los bundistas trabajaban en el seno de la Rada Central y del gobierno ucraniano. Apoyaron la 3ª Universal15, que proclamó la República Popular Ucraniana. “Cuando vemos que la nación ucraniana liberada también está dando la libertad a nuestro pueblo, asumimos una parte de responsabilidad en este acto y firmamos esta Declaración Universal de todo corazón", declaró el representante del Bund en la Rada Central16.

Sin embargo, el partido reaccionó con bastante frialdad ante la independencia de Ucrania y no votó a favor de la 4ª Universal17. Las y los bundistas temían que la declaración de independencia conduciría inevitablemente a conflictos nacionales, cuyas víctimas serían en primer lugar las minorías nacionales18. Algunos historiadores modernos sugieren que las y los socialistas judíos también temían una posible venganza por parte de los bolcheviques, ya que fue en esta época cuando los “rojos” se acercaban a Kíiv (por ejemplo, es la opinión de Serhiy Hirik19 expresada en Radio Hromadske). Pero en abril de 1918 los bundistas votaron a favor de la constitución de la República Popular Ucraniana y a finales de agosto de 1919 una conferencia de partidos judíos ucranianos con la participación del Bund expresó su apoyo a una República Popular Ucraniana independiente.

Tras el golpe de Estado de octubre, los bundistas de la Rada Central prepararon una resolución que contenía "una firme condena del levantamiento bolchevique". Y cuando los "rojos" tomaron el control de Kíiv a principios de 1918, uno de los dirigentes del partido afirmó que iban "a destruir todos los logros nacionales de la revolución en Ucrania". Sin embargo, ya al año siguiente, grupos pro-bolcheviques aparecieron dentro del Bund, durante un tiempo hubo incluso un Bund comunista separado.

La mayoría de sus partidarios se unieron más tarde al partido comunista. Y el Bund "auténtico" en el territorio soviético sufrió la misma suerte que el resto de los partidos alternativos a los bolcheviques: fue prohibido. Decenas de sus militantes, incluyendo a quienes se sumaron a los comunistas, fueron exterminados por el terror estalinista de los años 30.

Cartel electoral del Bund
Cartel electoral del Bund, Kíiv, 1917.

El Bund siguió actuando en los nuevos Estados independientes de Europa del Este, en Lituania, y de forma particularmente activa en Polonia. Las y los bundistas polacos fundaron organizaciones juveniles, femeninas y sindicatos, y participaron en la creación de una red de escuelas de enseñanza en yiddish. Había centros en Galitzia y Volyn, que estaban bajo el dominio polaco. En Lviv, las reuniones de los socialistas judíos solían celebrarse en la plaza Zboyova (hoy calle Zernova), desde donde organizados en columnas con una orquesta desfilaban por la ciudad20. Y cuando los nazis llegaron al poder en Alemania los bundistas de Lviv lanzaron una campaña de boicot a los productos alemanes. El Bund entabló amistad con los Radicales Socialistas Ucranianos ("el Partido de Iván Frankó"21), firmó declaraciones conjuntas con ellos e invitó a sus representantes a sus congresos22.

Catástrofe

La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto pusieron fin a la existencia del Bund así como de toda la vida judía en Europa del Este. Los nazis no fueron los únicos que contribuyeron a su destrucción: los líderes del Bund polaco, Viktor Alter y Henrik Ehrlich, como muchos de sus compañeros de partido, fueron asesinados por los estalinistas en la Unión Soviética. Viendo morir a los suyos, el representante del Bund en el gobierno polaco en el exilio, Samuel Zygelbojm, se suicidó para protestar contra la inactividad de la coalición antihitleriana frente al genocidio.

Samuel Zygelbojm
Samuel Zygelbojm.

Pero el Bund no desapareció sin más: murió en combate. En 1942, Marek Edelman, un judío de 23 años de Varsovia, hijo de bundistas y él mismo joven militante del Bund, se convirtió en uno de los líderes de la organización clandestina de lucha judía en el gueto de la capital polaca ocupada por el nazismo. Al año siguiente, en 1943, ya era uno de los principales participantes en la condenada al fracaso sublevación del gueto y, tras la muerte del comandante rebelde, el socialista-sionista Mordechai Anielewicz, asumió el mando. "Simplemente luchamos para que los alemanes no decidieran cuándo y cómo debíamos morir", recordó más tarde.

Sin embargo, Marek Edelman sobrevivió, y al cabo de un año, estaba de nuevo en las barricadas, armas en mano, ahora como participante en el levantamiento polaco de toda la ciudad que también fue derrotado. Pero Marek sobrevió.

Mural en honor de Marek Edelman
Mural en honor de Marek Edelman, Varsovia.

Un grupo clandestino del Bund también operaba en Lviv. Sus miembros ayudaban a las y los fugitivos del gueto y les proporcionaban documentación falsa. Un panfleto de los bundistas de Lviv, publicado en marzo de 1942, se ha conservado. En él se pedía a los prisioneros del gueto que construyeran alijos y consiguieran armas23.

Vestigios y memoria

Tras la Segunda Guerra Mundial, a Marek Edelman, el héroe del gueto de Varsovia, se le ofreció marcharse al nuevo Israel. Él se negó, diciendo que su pueblo estaba enterrado allí en Polonia y que él se quedaba para custodiar sus tumbas. Esto no era una exageración: de los casi 3,5 millones de judíos que vivían en la Polonia de preguerra, sólo 100.000 sobrevivían en 1945. Esta es una de las razones por las que los intentos de revivir las actividades del Bund polaco después de la guerra estuvieron condenados al fracaso.

Otra razón, no menos importante, fue que el nuevo gobierno prosoviético no toleraría ninguna actividad política independiente. En 1949, el Bund en Polonia fue liquidado por las autoridades.

Muchas personas bundistas se fueron al extranjero y el comité de coordinación mundial de la organización se instaló en Nueva York. Y en el otro lado del planeta, en Australia, la organización infantil del Bund, el SKIF, sigue activa, organizando campamentos de verano todos los años. Una delegación del Bund participó en el congreso fundacional de la Internacional Socialista de Fráncfort en 1951. También se han hecho intentos de crear una rama del Bund en Israel. Sin embargo, no tuvieron mucho éxito: en las elecciones al Knesset en 1959, los bundistas israelíes sufrieron una aplastante derrota. En el nuevo Estado judío, que ha abandonado la lengua yiddish y rechazado gran parte de lo que Europa del Este consideraba como la Yiddishkeit, el bundismo nunca llegó a implantarse. Sobre todo porque su actitud hacia la utopía sionista y sus predicadores seguía siendo escéptica. "La tragedia de Israel es que, por un lado, está rodeado de países cuyos líderes nacionalistas quieren destruirlo y, por otra parte, está poseído por líderes ebrios de locura chovinista y militarista”, acusaba el periódico bundista israelí Unser Zeit.

El último portador de la tradición del Bund en Europa del Este, Marek Edelman, se convirtió en un famoso cardiólogo polaco y salvó a muchas personas en la mesa de operaciones. En la Polonia "comunista", se opuso al régimen prosoviético, apoyó las huelgas y al sindicato Solidarnosc. El nuevo movimiento obrero, explicó, "era lo mismo que el Bund en mi juventud. Para mí era la continuidad, los mismos valores: la fraternidad, la justicia social, el odio a la dictadura".

Marek Edelman
Marek Edelman.

Tras el hundimiento del campo soviético, Edelman, que ya tenía 70 años, llevó personalmente ayuda humanitaria y sacó a niños de la Bosnia devastada por la guerra; “la victoria de Hitler desde la tumba", como el viejo rebelde llamó a lo que estaba sucediendo en los Balcanes en aquel momento. También habló de la injusticia de Israel con los palestinos. Y en 2002, incluso escribió una carta a los combatientes del movimiento palestino para pedir una solución pacífica, como un "viejo partisano" a los "nuevos partisanos". Una declaración por la que se ganó un boicot del gobierno de Tel Aviv. Ningún diplomático israelí estuvo presente en el funeral del "último bundista europeo", a excepción del embajador Shevah Weiss24, que fue motu proprio.

La historia del Bund forma parte de la historia olvidada de la comunidad judía y de Europa del Este en general, emparedado entre imperialismos y el nacionalismos. Las y los bundistas trataron de ofrecer una alternativa a ambos, una que garantizara la igualdad en condiciones de preservación de la diversidad. Advirtieron de los peligros del proyecto sionista, peligros, ante todo, para los propios judíos. Y, en muchos aspectos, por desgracia, resultó que tenían razón. No tuvieron éxito en todo. Después de todo, el Bund ya no existe, como no existe ya el mundo que le dio nacimiento – el mundo de los judíos de Europa del Este, con su lengua, su visión del mundo y sus tradiciones.

Pero el recuerdo del Bund sigue vivo. Millennial Bundist es el nombre dado a su primer álbum, publicado en 2020, por una joven militante y cantante austriaca, Isabelle Frei. Su álbum consiste en versiones de canciones del Bund entre ellas Di Shvue. Educada en el espíritu sionista, cambió de opinión tras vivir un año en Israel y visitar Cisjordania. Isabel afirma que “el Bund permitió a la gente judía encontrar un terreno común: se puede ser una persona judía revolucionaria que habla yiddish y cree que hay que defenderse del antisemitismo y promover la cultura yiddish y al mismo tiempo ser socialista internacionalista”.

Notas

1. NdT: Partido Obrero Socialdemócrata Ucraniano (USDRP), partido marxista fundado en diciembre de 1905 tras la implosión del Partido Revolucionario Ucraniano (RUP). Este partido desempeñó un papel clave en la creación del Estado ucraniano en 1917 con el Partido Ucraniano de los Socialistas Revolucionarios (UPSR).

2. M. Boitsun, El movimiento obrero y la cuestión nacional en Ucrania: 1880-1918, trad. del inglés L. Bidochko y M. Kazakova, Kyiv, Rosa Luxemburg Stiftung en Ucrania, FOP Maslakov, 2020, p. 107.

3. H. J. Tobias, The Jewish Bund in Russia from its Origins to 1905,p. 105-106.

4. V. Medem, Movimiento nacional y partidos nacionalsocialistas en Rusia. Formas de movimiento nacional en los Estados modernos: Austria-Hungría. Rusia. Alemania, A. I. Kastelyansky, Spb: Izd., 1910.

5. E. M. Savitsky (ed.), The Bund in Belarus, 1897-1921: documents and material, Minsk, 1997, doc. nº 36, 1903, junio, pp. 97-98.

6. NdT: ciudad de Letonia.

7. B. K. Johnpoll, Politics of futility: The General Jewish Workers Bund of Poland, 1917-1943, Ithaca, Nueva York, 1967, p. 182.

8. W. Lacker, Histoire du sionisme, Moscou, Kron Press, 2000, p. 593.

9. Citado por I. V Nam, « Programme national du Bund : ajustements de 1917 », Vestn, n° 276, 2003, p. 83-89.

10. M. G. Rafes, Essais sur l’histoire du Bund, 1923, p. 277

11. O. M., Movchan, « Syndicats en Ukraine », dans Encyclopédie de l’histoire de l’Ukraine, Kyiv, Naukova Dumka, 2012, vol. 9, p. 45.

12. M. Boitsun, Le mouvement ouvrier et la question nationale en Ukraine, op. cit., p. 105-107.

13. Ibid. p. 126.

14. NdT: Partido Revolucionario Ucraniano (RUP) de tendencia nacional-revolucionaria tendencia marxista fundado el 11 de febrero de 1900 por estudiantes de Kharkiv.

15. NdE: Nombre dado a la declaración de independencia que proclamaba la creación de la República Popular Ucraniana, concentrando todo el poder en la Rada y el Secretariado General, pero que aún mantenía en el horizonte político lazos federales con Rusia. También implementó un amplia reforma social que incluía la jornada laboral de 8 horas, el control estatal de la producción, una reforma de la propiedad de tierras, la abolición de la pena de muerte y el reconocimiento de las minorías nacionales.

16. V. F. Verstyuk et col. (dir.), Rada centrale ukrainienne, documents et matériels, t. 1, Kyiv, Naukova Dumka, 1996, p. 397-398.

17. NdE: Después del ultimátum bolchevique y sus políticas agresivas hacia la Rada, la 4ª Universal proclamó la independencia total de Ucrania y se negó a mencionar cualquier mención a una futura federación con Rusia.

18. M. G. Rafes, Deux ans de révolution en Ukraine, Moscou, GIZ, 1 920. p. 58.

19. NdT: historiador y profesor del programa de doctorado en estudios judaicos de la Unniversidad Nacional, academia Kíiv-Mohyla.

20. V. Melamed, « Entre les deux guerres mondiales (1919-1939 »), Yi, n° 51, 2008.

21. NdT: Partido Radical, luego Partido Radical Socialista Ucraniano, primer partido político ucraniano fundado el 4 de octubre de 1890 en Lviv.

22. I. Makukh, Au service du peuple : souvenirs, Kyiv, 2001, p. 355.

23. I. A. Altman, Holocauste et résistance juive dans le territoire occupé de l'URSS.

24. NdT: Shevah Weiss (1935-2023), Presidente de la Knesset bajo Yitzhak Rabin, luego embajador de Israel en Polonia y presidente de Yad Vashem.


Traducido por Faustino Eguberri

Artículo original

Publicado orginalmente el 25 de octubre de 2023



Serhii Ishchenko

Serhii Ishchenko. Periodista, politólogo de formación, antiguo profesor de Historia. En el pasado fue activista de varias organizaciones de izquierda..