¿Por qué es importante la revolución ucraniana para la izquierda y la historia democrática?
Vladyslav Starodubtsev
9 de noviembre
de 2023
En marzo de 1917, el movimiento de liberación nacional ucraniano creó la Rada Central Ucraniana, una organización responsable de la autogestión de los asuntos ucranianos. La Rada Central fue creada por dos partidos socialistas radicales. Por su propia naturaleza, la Rada Central no era un parlamento, sino una coalición de sindicalistas, círculos feministas, organizaciones deportivas y militares, sindicatos campesinos, movimientos cooperativos, organizaciones soviéticas, minorías nacionales y representantes civiles y locales. Las fuerzas que conformaban la Rada Central estaban divididas entre las más radicales, que buscaban establecer el socialismo casi de inmediato, y aquellas partidarias de una evolución más lenta. Con el tiempo, también surgieron partidarios de un enfoque más democrático o más soviético.
Ucrania fue la cuna de un movimiento cooperativo masivo. Más del 60% de la población participaba de alguna forma en cooperativas. Cuatro millones de familias eran miembros directos de estas asociaciones. El país estaba en pleno proceso de organizar la reforma agraria y las industrias estatales, implementando la gestión por parte de los trabajadores.
El gobierno provisional se opuso inmediatamente a la revolución ucraniana e incluso amenazó con realizar un golpe de estado. Sin embargo, el gobierno provisional no se mantuvo demasiado tiempo y fue derrocado por los bolcheviques. Estos últimos lanzaron una guerra de conquista imperialista inmediatamente contra Ucrania, que primero declaró su autonomía dentro de la futura Rusia democrática y luego su independencia.
Los bolcheviques ucranianos (más tarde llamados "nacional-comunistas" por sus enemigos para desacreditarlos, cuando en realidad eran internacionalistas opuestos al nacionalismo ruso) participaron en la revolución e intentaron establecer el socialismo en su país. No obstante, todas sus ideas creativas fueron aniquiladas por el leninismo ruso, una ideología chovinista y totalitaria que se fundamentaba en el sistema de partido único y buscaba la restauración de Rusia como "una e indivisible".
La Rada Central Ucraniana declara la creación de la República Popular Ucraniana.
Algún tiempo después, los ucranianos de la parte occidental de Ucrania se organizaron y proclamaron la República Popular Ucraniana Occidental. Esta república era menos radical y estaba gobernada por el Partido Obrero Ucraniano, de centroizquierda, el Partido Radical Democrático Ucraniano, no marxista, y el Partido Socialdemócrata Ucraniano, de tendencia marxista. El Partido Obrero Ucraniano, de centro-izquierda, abogaba por la socialización parcial y el fomento de las cooperativas y la implementación de una renta básica universal. El Partido Radical, que había obtenido casi el 30% de todos los votos ucranianos, promovía la idea del socialismo de gremios (cooperativas), y los socialdemócratas, alrededor del 9% de la cuota de popularidad, se inclinaban tanto hacia los bolcheviques (que más tarde aceptaron una plataforma totalitaria) como hacia las tradiciones alemanas del socialismo.
Ucrania fue pionera en establecer la autonomía nacional-territorial. Los partidos adoptaron de inmediato diversas teorías de democracia radical y autogestión, así como distintas visiones socialistas, generalmente contradictorias: una basada en el sindicalismo, otra en un Estado democrático-socialista kaustkista y otra en la idea de una república cooperativa.
Generalmente, los ucranianos tienden a restar importancia a la revolución ucraniana, aparte de su contribución a la liberación nacional de Ucrania. Sin embargo, Ucrania, al igual que en la actualidad, se había convertido en un firme puesto de avanzada contra el imperialismo ruso, ya fuera totalitario-leninista o blanco.
Como ha señalado un historiador, la República Popular de Ucrania Occidental podía reunir a más de 100.000 soldados, incluyendo oficiales profesionales. Incluso con un ejército altamente desorganizado, podían contar con 300.000 soldados, un cifra suficiente para poner fin de una vez por todas al imperialismo ruso y a la ideología totalitaria.
Isaac Mazepa y Matviy Stahiv concluyeron que la victoria de este ejército habría significado un triunfo masivo para el socialismo internacional. En ese período, las fuerzas socialistas tomaron el poder en los Estados bálticos, Bielorrusia y Crimea, se estableció un gobierno socialista radical en Ucrania, Checoslovaquia fue pronto gobernada conjuntamente por socialistas moderados y socialdemócratas marxistas, mientras que la revolución alemana llevó al poder a las fuerzas socialdemócratas. En el Cáucaso surgieron tres repúblicas socialistas: Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Los socialdemócratas fueron poderosos en Finlandia. Y en Rusia, si las fuerzas soviéticas y blancas se hubieran derrumbado, la fuerza más popular habría sido el Partido Socialista Revolucionario, un partido a la izquierda de los bolcheviques, cuyo líder apoyaba la confederalización de Rusia, respaldaba la autodeterminación de los pueblos indígenas y abogaba por la causa ucraniana. La victoria de Ucrania habría fortalecido a las fuerzas progresistas, socialistas y democráticas a nivel global. En contraposición, la victoria de los bolcheviques o de los blancos debilitaría o destruiría a las emergentes fuerzas socialistas, lo que representaría una contrarrevolución mundial y el auge del totalitarismo.
La historia no otorgó ninguna oportunidad a la revolución ucraniana. El Estado polaco adoptó posiciones cada vez más xenófobas e imperialistas y, ansioso por perseguir sus ambiciones coloniales, en lugar de combatir el bolchevismo ocupó Ucrania y Bielorrusia. La situación se tornó aún más desfavorable con los bolcheviques, ya que todos los elementos democráticos fueron suprimidos por el centralismo del partido, que estaba completamente dominado por el nacionalismo imperial ruso. La necesidad de mantener una dictadura impopular condujo a un régimen de control y represión a una escala sin precedentes, bloqueando cualquier posibilidad de que el partido bolchevique estableciera el socialismo.
La Entente impidió que la revolución ucraniana comprara armas en el extranjero y brindó un amplio apoyo a los planes imperialistas de la Rusia Blanca (la Rusia capitalista de derechas "una e indivisible") y Polonia, promoviendo así la división de Ucrania entre la Rusia Blanca y Polonia. Las fuerzas francesas combatieron contra los ucranianos, y la Entente organizó un bloqueo económico contra la revolución ucraniana. Dondequiera que iban, las fuerzas bolcheviques destruían las organizaciones obreras, los soviets y las cooperativas, así como el movimiento campesino, para establecer un régimen ruso de partido único. Llevaron a cabo una represión masiva contra los socialistas, tanto en sus conquistas coloniales como organizando una inquisición internacional, la Tercera Internacional, contra los socialistas a nivel. El resultado fue la reacción mundial, la dictadura, la hambruna inducida y la completa denigración del Estado de Derecho.
En general, la historia de Ucrania suele ser olvidada y no contada. A veces es incluso reprimida, tanto por movimientos democráticos como por socialistas en el extranjero.
Más tarde, las rebeliones de campesinos y obreros ucranianos contra el dominio bolchevique fracasaron. Lo mismo sucedió en Georgia y en otros lugares.
La derrota del socialismo en Europa del Este y el Cáucaso y el afianzamiento de una interpretación imperial y totalitaria que se ha vuelto dominante en el pensamiento de izquierdas fue una de las mayores tragedias para la izquierda y el movimiento democrático en su totalidad, ya que la historia podría haber seguido un curso completamente distinto.
Traducido por Juan González
Artículo en francés
Publicado orginalmente
el 22 de junio
de 2023
Vladyslav Starodubtsev. Historiador, miembro de la organización socialista ucraniana Sotsialnyi Rukh (Movimiento Social).