Solidaridad feminista internacional con Ucrania para una reconstrucción inclusiva y justa


Olga Gheorghiev
3 de abril de 2023

El futuro de Ucrania después de la guerra es uno de los temas centrales del debate político nacional e internacional. La guerra de Rusia contra Ucrania no solo ha obligado a millones de refugiados y desplazados internos a huir de sus hogares, sino que también ha afectado gravemente a la economía y la infraestructura de Ucrania, lo que ha provocado una disminución récord del PIB anual, paralizando la industria y provocando un fuerte aumento del desempleo. Además, la guerra ha afectado de manera desproporcionada la vida de las mujeres, que son más del 90 % de las personas refugiadas, así como la de l@s niñ@s y personas mayores a su cargo.

Cualesquiera que sean los planes estratégicos y las narrativas que guíen la recuperación del país, está claro que sus costes serán descargados sobre los trabajadores ucranianos. Al mismo tiempo, la presión mundial por una mayor liberalización del mercado laboral y la reducción de los programas de protección social podrían conducir a las mujeres ucranianas a una situación aún más vulnerable y precaria en el mercado laboral.

Los conceptos sobre la reconstrucción de Ucrania reflejarán los intereses de los trabajadores ucranianos, incluidas las mujeres, en la medida que estén incluidas e incluidos en el debate y en la medida en que sus voces sean escuchadas y reconocidas.

La Cámara de Expert@s en materia de Género de la República Checa, en cooperación con la Academia Checa de Ciencias, organizó una mesa redonda sobre el tema "La solidaridad feminista transnacional para apoyar la reconstrucción y la lucha de Ucrania". Entre las invitadas se encontraban la socióloga y activista política ucraniana Oksana Dutchak, la investigadora y activista de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad Nina Potarska, el periodista y editor de Voxpot Vojtěch Boháč, y Eva Čech Valentová, representante de la Asociación Checa para la Integración y la Migración.

El debate, moderado por Míla O'Sullivan del Instituto de Relaciones Internacionales, nos permitió prestar atención a las luchas y perspectivas de la reconstrucción en la posguerra a través de las palabras de representantes de la sociedad civil ucraniana.

El tema de la solidaridad transnacional es particularmente relevante dado que las reacciones internacionales a la agresión rusa, particularmente entre los círculos occidentales de izquierda, no siempre se basan en una comprensión profunda de las luchas libradas por los grupos feministas y las y los trabajadores en Ucrania. En marzo 2022, varias feministas occidentales firmaron un manifiesto condenando el apoyo a Ucrania en cuanto a equipamiento militar y pidiendo la desmilitarización inmediata como medio para lograr la paz y la seguridad en la región. Esta incompresión de las circunstancias históricas y de la situación actual fue puesta en evidencia en la respuesta, iniciada por feministas ucranianas, en el manifiesto feminista titulado "El derecho a resistir". Sus autoras, incluida la panelista Oksana Dutchak, condenaron la ignorancia de quienes se dedicaban a un "análisis geopolítico abstracto" y no reconocían el derecho de Ucrania a resistir la agresión imperialista ni el "derecho de las mujeres a determinar de forma independiente sus necesidades, objetivos políticos y estrategias para lograrlos".

Como parte del debate, Oksana Dutchak expresó una serie de temas que se han vuelto particularmente relevantes durante la guerra y que requieren una respuesta conjunta de la izquierda ucraniana y occidental. En primer lugar, el gran número de refugiados ucranianos en Europa y los obstáculos que encuentran en la ruta de la migración han vuelto a plantear la cuestión de los regímenes fronterizos europeos. La crisis actual ha puesto de manifiesto la existencia de dobles raseros, de discriminación racial y de trato preferencial a determinados grupos de refugiados. También ha puesto en evidencia las barreras sistémicas a las que se enfrentan las personas ucranianas refugiadas (la mayoría son mujeres con hijos) cuando intentan integrarse en los mercados laborales europeos.

Edificio en Bájmut.
Edificio destruido en Bájmut.

Además, la guerra exige la creación de un nuevo sistema de seguridad sostenible en la región, capaz de garantizar la paz y la estabilidad de los países de Europa del Este. La experiencia de Ucrania muestra la vulnerabilidad de los estados neutrales y la urgente necesidad de construir un sistema de seguridad efectivo, estable y equitativo capaz de proteger contra cualquier agresión imperialista.

Cualquier crítica a la OTAN y a estructuras similares debería tener en cuenta los intereses de los pequeños estados para los que estos grupos militares de defensa son vitales. Además de construir y mantener alianzas de seguridad efectivas, se deben implementar programas para acelerar el desarme global y tratados multilaterales de reducción de armas estratégicas a gran escala.

Activistas y expertos ucranianos también han abogado por la cancelación de la deuda externa. La crisis económica que enfrenta Ucrania debido a la invasión rusa se encuentra en el contexto de crecientes obligaciones de deuda, especialmente con organismos e instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE). Como señalaron las panelistas, el enorme montante de la deuda externa es motivo de preocupación. Además, incluso antes del comienzo de la invasión a gran escala, estaba claro que Ucrania no podría manejar su creciente deuda y al mismo tiempo cumplir las condiciones del FMI. En este contexto, el BM argumentó que el "buen gobierno" era crucial para un Estado en guerra que seguía recibiendo apoyo financiero en forma de préstamos.

En otras palabras, las instituciones financieras esperan del Estado que sostenga una "economía de mercado exitosa", principalmente protegiendo a las empresas privadas y estabilizando los parámetros macroeconómicos. La principal prioridad del BM es "abordar la inflación y la estabilidad macrofinanciera" y luego "restaurar la capacidad de las empresas privadas para reanudar las operaciones normales". Así, los aspectos más importantes que quedan sin abordar son el cuidado de la salud, la atención a los grupos vulnerables, la seguridad y las necesidades materiales del pueblo ucraniano.

El BM también argumenta que los planes de reconstrucción pueden "brindar una oportunidad para repensar los servicios sociales... la reconstrucción de las instituciones de servicios sociales debe apuntar a un nuevo modelo de atención que ya no sea principalmente institucional (por ejemplo, orfanatos, residencias de mayores, instituciones para personas discapacitadas), sino que esté más bien centrado en los cuidados a domicilio y en la comunidad".

En otras palabras, este enfoque se basa en trasladar la responsabilidad de la asistencia y el cuidado social a las personas y sus familias, lo que indica una vez más que la carga social recaerá en gran medida sobre las mujeres.

Aunque esto es un golpe a la lucha por la igualdad de género en Ucrania, la posición precaria y vulnerable de las mujeres ucranianas en el mercado laboral, en la economía informal y en el cumplimiento de sus obligaciones sociales no es un tema nuevo. Como señala el manifiesto citado, "las feministas ucranianas han luchado contra la discriminación sistémica, el patriarcado, el racismo y la explotación capitalista mucho antes de hoy". Como señaló Nina Potarska durante la discusión, la necesidad urgente de ayuda humanitaria desvía la atención y los recursos de los esfuerzos para garantizar la igualdad de género y proteger los derechos sociales.

Obligadas a huir de la zona de guerra y, a menudo, a abandonar el país, las mujeres ucranianas se han enfrentado a problemas para acceder a la vivienda, la infraestructura social, los ingresos estables, los servicios de salud y los derechos reproductivos (incluido el acceso a la anticoncepción y el aborto). Muchas de ellas corren el riesgo de ser víctimas de la trata sexual forzada. Los problemas de acceso a los servicios sociales, especialmente escuelas y jardines de infancia, han aumentado la carga sobre las mujeres, que a menudo cuidan no solo de sus hijos sino también de los miembros discapacitados o ancianos de sus familias o de sus comunidades. Estas responsabilidades también dificultan la integración de las mujeres en el mercado laboral.

Refugiados ucranianos.
Refugiados ucranianos llegando a la estación de Lviv.

Nina Potarska también llamó la atención sobre la situación de las mujeres en los territorios ocupados, atrapadas entre la necesidad de sobrevivir en las condiciones impuestas por las fuerzas de ocupación y las posibles acusaciones de colaboración por parte de las autoridades ucranianas. Este suele ser el caso de maestr@s, médic@s y otros trabajadores que se ven obligados a encontrar estrategias de supervivencia en una realidad nueva y extremadamente amenazante.

Eva Čech Valentova habló de los recursos limitados y la gran carga de trabajo de las ONG que trabajan con migrantes y refugiados, cuyas "líneas de ayuda se han convertido en líneas de emergencia". La gran ola de refugiadas tomó a los países europeos, incluida la República Checa, completamente desprovistos a la hora de proporcionarles una vivienda adecuada, y reveló la falta de planes de gestión de crisis y una débil capacidad organizativa. En este contexto, los hogares privados y su capacidad de autoorganización han jugado un papel crucial en la acogida de refugiad@s.

Además, la política migratoria checa refleja pobremente el contexto de género de la migración y sigue siendo, en palabras de Eva Čech Valentova, "ciega al género", en cuanto a los derechos reproductivos y al acceso a la atención sanitaria y en cuanto a la lucha contra la violencia de género o al papel social y reproductivo de las mujeres en tanto que únicas responsables de sus hij@s y de otros miembros de la familia.

Al mismo tiempo, el tratamiento inadecuado de estos temas a nivel político e institucional complica los procesos de integración equitativa y sostenible de las mujeres en el mercado laboral y en la sociedad en general. Actualmente, los planes y propuestas del gobierno checo se centran en el corto plazo y en las necesidades materiales más urgentes de los refugiados. No abordan las necesidades a largo plazo de una infraestructura social adecuada para apoyar a las mujeres y sus hijos en el proceso de integración.

Finalmente, el periodista Vojtech Bogach presentó un aspecto importante del papel de las mujeres periodistas en la cobertura y documentación de las consecuencias de la invasión rusa. La agresión rusa, como las guerras en general, a menudo se presenta como una muestra de fuerza hipermasculina, y el relato del coraje y el heroísmo masculinos domina las narraciones que documentan la guerra. Vojtech Bogach enfatizó la importancia de cubrir historias que eviten estos puntos de vista hipermasculinos y, en cambio, detallen los sacrificios que hacen las mujeres que se aventuran en viajes peligrosos e impredecibles por la seguridad de sus hijos. Las mujeres periodistas tienen la oportunidad de ir más allá de los informes de guerra habituales y convertirse en una voz importante para la cobertura veraz, sensible y completa de estos tiempos difíciles.


Traducido por Trasversales

Artículo original de la revista Commons

Publicado orginalmente el 31 de enero de 2023



Olga Gheorghiev

Olga Gheorghiev. Socióloga. Investigadora en la Facultad de Humanidades de la Universidad Carolina (Praga) y en el Instituto de Sociología de la Academia Checa de Ciencias.